La única constante es el cambio...también en los impuestos
Eliana Sartori Directora de Asesoramiento Tributario, Legal y Contable de PwC Uruguay
Eliana Sartori Directora de Asesoramiento Tributario, Legal y Contable de PwC Uruguay
En momentos de alta tensión geopolítica, podría pensarse que la recaudación de impuestos cedería la primera plana de las noticias a otras cuestiones más urgentes. Los hechos confirman que esto aún no ocurrió y, a nivel empresarial, no podemos ignorar que la discusión de cómo aplicar impuestos en un mundo más digital y globalizado no terminó.
El acuerdo del G20 de Octubre de 2021, reafirmado por más de 140 países del Marco Inclusivo para evitar la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios, tenía dos pilares. Al día de hoy, el Pilar 1 perdió impulso. No fue fácil llegar al consenso para que los fiscos de los países de las grandes multinacionales digitales resignaran su derecho a cobrar impuestos en favor de los mercados donde están los consumidores.
Sin embargo, el 2025 encontró al Pilar 2 avanzando a buen ritmo. Este aplica a los resultados de grandes compañías (que registran ingresos consolidados de más de €750 millones en al menos dos de los últimos cuatro años).
Según OCDE, para fin de 2025, el 90% de los Grupos Multinacionales (GMN) en alcance del Pilar 2 estarían sujetos a un Impuesto Mínimo Global (IMG), a una tasa efectiva de impuesto a la renta del 15%. El pronóstico estaba basado en que además de los 27 miembros de la Unión Europea (UE), otros 17 países habían adoptado la regla básica de Inclusión de Rentas (IIR). A su vez, 53 países aprobaron un Impuesto Mínimo Calificado Doméstico, y otros 31 incorporaron a sus legislaciones la regla subsidiaria de imposición de beneficios insuficientemente gravados (UTPR). Los dos grandes ausentes eran Estados Unidos y China.
La última semana de junio de este año, los países del G7 anunciaron un nuevo escenario "side-by-side", donde Estados Unidos queda fuera del Pilar 2. Luego, la Administración Trump aprobó el Big Beautiful Bill, sentando las bases de un nuevo escenario para quienes invierten en y desde ese país. En Alemania, rápidamente el ministro de Finanzas refutó el pedido del canciller de su país (para que la UE suspenda la aplicación del Pilar 2, confirmando el respaldo a la iniciativa.
Y si faltaba algo para desconcertarnos, un alto tribunal de Bélgica le pasó la pelota al de Justicia de la UE para que se pronuncie acerca de la constitucionalidad de artículos de la ley belga sobre la aplicación de la UTPR. El fallo de este órgano europeo tendría consecuencias para toda la Unión.
Así las cosas, nos preguntamos ¿efectivamente se consolidará la solución global para nivelar la imposición a la renta en el mínimo del 15%? ¿Cómo puede afectar a Uruguay? La declaración del G7 excluyó a los GMN con matriz en Estados Unidos de las reglas IIR y UTPR; se comprometió a abordar riesgos de competencia desleal; propuso simplificar el marco de administración del Pilar 2 y pidió revisar el tratamiento de créditos fiscales no reembolsables basados en sustancia.
En el transcurso de este año, las autoridades uruguayas anunciaron que en el proyecto de Ley de Presupuesto se incluirían medidas para adecuar a los nuevos estándares los incentivos que ofrecemos.
En concreto, el primer paso se da con la creación de un Impuesto Mínimo Calificado Doméstico, en línea con el diseño de las reglas internacionales. De ahora en más, la clave está en cómo se compense a quienes vean afectados sus derechos o menguadas las ventajas tributarias para sus inversiones. Si pensamos en las matrices de GMN europeos o japoneses ya con normas de Pilar 2 y subsidiarias gozando de beneficios tributarios en Uruguay, una conclusión apresurada podría considerar efectivo implementarlo para evitar la renuncia que Uruguay hace al dejar de cobrar el impuesto que igualmente recauda otro país.
Pero esto parte de suponer algo que no siempre se da: que las inversiones llegarían o se quedarían en nuestro país si no se dieran esos beneficios. No es un dilema sencillo de resolver.
En el nuevo contexto, la reflexión que prima en este momento en que el mundo no sabe muy bien a dónde va, es cómo generar ventajas competitivas que continúen atrayendo inversiones a nuestro país.
*Este artículo fue publicado originalmente en la edición impresa de Forbes Uruguay de Agosto de 2025. Para suscribirte y recibirla bimestralmente en tu casa, clic acá.