El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) declaró a través de la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (COMAP) la promoción de un proyecto de inversión presentado por la empresa neozelandeza Claymark por 632.110.879 unidades indexadas, equivalentes hoy a US$102,8 millones, según el documento firmado el 5 de noviembre por el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, y la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona. El objetivo, detalla el texto, será instalar instalar una planta orientada a procesos de aserrado y remanufactura de alta tecnología.
De concretarse la inversión, la industria forestal sumaría así un nuevo jugador global con la mayor fabricante y exportadora de productos de pino premium de Nueva Zelanda.
Claymark se presenta en su sitio corporativo como una compañía "synonymous with quality" (sinónimo de calidad), con siete plantas en la isla norte de Nueva Zelanda y más de 600 empleados dedicados a la producción de pino podado (pruned logs) y a la fabricación de productos arquitectónicos de alta gama. Su desembarco en Uruguay apuntaría a replicar un modelo basado en maquinaria de última generación y procesos de manufactura que le permiten competir en mercados internacionales.
Aunque la empresa aún no comunicó oficialmente la localización de la planta ni el cronograma de puesta en marcha, fuentes del sector señalan que el proyecto se integraría a una cadena de suministro ya existente en el norte del país.
En diálogo con Forbes Uruguay, Carlos Faroppa, ex director general forestal del MGAP hasta febrero de 2025, explicó que la iniciativa "encaja en una tendencia de inversiones industriales avanzadas que el sector viene recibiendo en los últimos años". Mencionó como antecedentes las instalaciones de Lumin en Melo (una inversión de unos US$ 135 millones), el proyecto Urufor y la operación de Arboreal, así como la llegada de fondos japoneses que adquirieron 41.000 hectáreas de campo en Tacuarembó y Rivera en 2024, además de la instalación de las ya conocidas plantas de celulosa.
Faroppa señaló que si bien no participó del proyecto en su gestión, la escala de la inversión y el destino aprobado por COMAP apuntan a una operación de alto valor agregado y con potencial de generación de empleo.
Fuentes cercanas a la compañía, dijeron a Forbes Uruguay que el proyecto de Claymark comenzó a gestarse hace por lo menos tres años, durante la anterior administración de gobierno. Según esta fuente, la empresa llegó a tener un representante oficial en el país y a solicitar estudios de viabilidad ambiental, sin embargo, ante la demora del proceso el interés de la empresa se habría enfriado. Forbes Uruguay intentó comunicarse con voceros de Claymark pero de momento no obtuvo respuesta.

La foto del sector hoy
Según el último informe hecho por Uruguay XXI sobre el sector forestal en Uruguay (marzo de 2025), este se afirmó como uno de los motores más dinámicos de la economía uruguaya. Desde la Ley Forestal (1987) las plantaciones se multiplicaron y, a 2024, la superficie plantada se estima en 1,16 millones de hectáreas (6,6% del territorio), con casi 4.000 empresas directamente vinculadas y alrededor de 18.000 empleos directos.
La celulosa se instaló como el principal producto de exportación del sector (las ventas del complejo forestal alcanzaron US$ 3.007 millones en 2024, con China y la UE como destinos principales), lo que refleja tanto mayores volúmenes como el efecto de la entrada en marcha de la segunda planta de UPM.
En la cadena productiva conviven la cadena celulósica, la primera y segunda transformación mecánica y la generación energética a partir de biomasa. El parque forestal está dominado por eucaliptos (72% de la superficie plantada) y pinos (19%), lo que explica la fortaleza en pulpa y el crecimiento de productos de madera aserrada y tableros.
La operación de grandes complejos (UPM, Montes del Plata) explica la elevada capacidad de producción de pulpa (con plantas que consumen millones de toneladas de madera al año) mientras que los aserraderos y plantas de segunda transformación (CLT, plywood) están impulsando la diversificación hacia mayor valor agregado.
Según el informe, existe materia prima certificada y capacidad ociosa para expandir industrias de mayor valor (madera estructural, tableros contrachapados, CLT) y una creciente integración con la generación de energía con biomasa. Al mismo tiempo, la expansión de nuevo territorio se ha moderado en años recientes y el sector enfrenta el desafío de fomentar la demanda local y de seguir atrayendo inversiones orientadas a la segunda transformación (ejemplos recientes son las inversiones de Lumin, Arboreal y adquisiciones internacionales) que apuntan a elevar el valor exportado y crear más empleo local de calidad.



