Una vez cada tres meses debo recibir un aviso de que parte de mi información personal se ha visto comprometida en una violación de datos. Algún ciberdelincuente ha pirateado una base de datos y la ha robado.

Este es un ámbito de la vida moderna que sucede con tanta frecuencia que hace que uno se insensibilice ante la realidad de que te han robado algo de valor. Puede ser cualquier cosa, desde historiales médicos, a información sobre tarjetas de crédito, gran parte de la cual se facilita a otros ladrones. Es un gran negocio global.

Según el Centro de Recursos para Víctimas del Robo de Identidad (ITRC, por sus siglas en inglés): "hasta la primera mitad del año, se han rastreado 1.393 casos comprometidos, cifra superior al total de casos registrados cada año entre 2005 y 2020, excepto en 2017. Esto pone a 2023 en camino de establecer un récord en el número de datos comprometidos en un año, superando el máximo histórico de 1.862 casos en 2021".

¿Qué se puede hacer? Voy a sonar como tu dentista, pero puedes practicar una buena "ciberhigiene". Esto es lo que recomienda el ITRC:

1. Infórmate sobre las condiciones del servicio y otras políticas. Entender las condiciones de servicio y otras políticas es importante porque, una vez marcada la casilla, es posible que hayas aceptado que se almacene y venda tu información, que se realicen renovaciones automáticas, que se haga un seguimiento basado en la ubicación y mucho más.

2. Puedes utilizar un antivirus pago, pero probablemente no sea necesario. El software antivirus puede escanear, detectar y eliminar virus de un ordenador. Protege tu ordenador contra el malware que despliegan los ciberdelincuentes y los bots. Una vez instalado el antivirus, suele ejecutarse automáticamente en segundo plano para ofrecer protección en tiempo real contra ataques conocidos. 

Con el avance del software basado en la nube y los dispositivos móviles modernos, la mayoría de los ordenadores y portátiles tienen antivirus integrado en el sistema operativo. Yo actualizo mi antivirus cada año y también compruebo mi historial de crédito.

Con el avance del software basado en la nube y los dispositivos móviles modernos, la mayoría de los ordenadores y portátiles tienen antivirus integrado en el sistema operativo. Yo actualizo mi antivirus cada año y también compruebo mi historial de crédito.

3. Configura todas las cuentas online (correo electrónico, financieras, de compras, etc.) con autenticación de dos factores o multifactor. La autenticación de dos factores (2FA) o la autenticación multifactor (MFA) añade una capa extra de protección a tus cuentas. Requiere al menos dos pasos de verificación independientes para acceder a una cuenta, como un código de texto, una llamada telefónica o a través de una aplicación. Esto lleva un poco más de tiempo, pero te ayudará a proteger tu información.

4. Utiliza métodos de pago seguros cuando compres por Internet. Compra sólo en sitios web de confianza y utiliza métodos de pago seguros. No utilices portales de pago ni compres en sitios web con los que no estés familiarizado, aunque los hayas encontrado en una red social. Si tienes que comprar en un sitio desconocido, utiliza un instrumento de pago con un proceso de resolución de disputas, como una tarjeta de crédito de confianza.

*Nota publicada en Forbes US.