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15 Septiembre de 2022 20.28

Sebastián Fest

En primera persona: La vuelta al mundo conversando con Roger Federer

"Sacrifiqué mi infancia por el tenis, a los 14 vivía con una familia diferente cada semana" dijo este 15 de septiembre, el día que anunció su retiro. Lo que sigue es un Federer íntimo.

Estaba por hacerle la primera pregunta cuando Roger Federer me interrumpió. Quería sacarse una duda.

- ¿De dónde sos, dónde vivís?

- Bueno, soy argentino, de ascendencia alemana. Estudié alemán en la escuela allá. Vivo en Madrid, trabajo para la agencia de noticias alemana DPA, pero escribo para su servicio en español

- ¡Uauh! Muy internacional…

Quince años después, el recuerdo de la conversación me sigue arrancando una sonrisa. Fue en una pequeña habitación sin luz solar, el estudio de TV del torneo de tenis de Dubai. En aquel febrero de 2007 estaba haciendo mi segunda entrevista al hombre que ya maravillaba en el tenis, aunque nadie, ni él mismo, imaginaba que llegaría tan lejos, que rompería tantos récords.

Roger Federer
Roger Federer

Federer estaba confundido, y tenía razón: hacía ya unos años que venía desconcertándolo, era hora de que dejara de hacerlo.

El tenis tiene unas cuantas ventajas para la cobertura periodística, una de ellas es que tras cada partido, los jugadores están obligados a dar una conferencia de prensa. Es decir, los periodistas tienen la oportunidad de preguntarles todo lo que quieran. El fútbol no ofrece ni el cinco por ciento de eso.

El sistema pasa por hacer primero preguntas en inglés, la lengua franca del circuito, y luego en el idioma natal del jugador. Si el tenista es angloparlante, la cosa termina más rápido, pero si es argentino, español, italiano, ruso, francés o alemán, el asunto suele extenderse más.

Ni hablar de si se es Federer, que al inglés internacional le suma el alemán (en ambas variantes, el alemán de Alemania y el enrevesado schweizerdeutsch de Suiza) y el francés. 

Roger Federer
Roger Federer

Preguntar en inglés implicaba que la enorme mayoría de los periodistas entenderían la respuesta de Federer y la incorporará a sus crónicas o historias. Hacerlo en alemán reduce muchísimo el campo, sobre todo en los torneos chicos sin traducción ni transcripciones. Federer podría decir en alemán que se probará como delantero del FC Basel y muchos periodistas se enterarían recién al día siguiente. O nunca.

Ergo, a la hora de plantearle preguntas a Federer, yo lo hacía siempre en alemán.

Lo desconcertante para él era que mi alemán tenía un claro acento no alemán. Pero lo más incomprensible para él era que le hiciera preguntas en alemán... sobre argentinos, peruanos, mexicanos, uruguayos, brasileños y con cada vez mayor frecuencia, Rafael Nadal. Claro, yo debía nutrir un servicio de noticias como el de DPA, con clientes en América Latina, España, Portugal o Italia, más allá de que mis historias terminaban siendo publicadas en alemán, inglés, árabe, japonés, vietnamita o húngaro.

Roger Federer
Roger Federer

Seguir a Federer y a Rafael Nadal durante más de una década por el circuito (trabajo plasmado en un libro que escribí, "Sin Red") fue un privilegio. A la ventaja de poder hablarle a Federer en su idioma natal le sumaba exactamente la misma con Nadal con el que además compartía país de residencia, ya que viví 18 años en España. Era así que con frecuencia obtenía primicias y ángulos diferentes.

Con Federer caminé charlando por los pasillos del estadio Qi Zhong de Shanghai en 2005, en aquel Masters ganado por David Nalbandian. Fue una entrevista al estilo de los filósofos de la Grecia antigua, peripatética, y cuando llegamos a una puerta controlada por un imponente guardia chino que no me quería dejar pasar, Federer lo miró y le dijo: "Viene conmigo". 

Habría otras charlas en hoteles de París, en el asiento trasero de un Mercedes-Benz en Estoril (hablando de fútbol), en la sala de jugadores de Wimbledon o en la Caja Mágica de Madrid. 

De todo lo que me dijo, me quedo con una frase que ya en ese entonces me llamó la atención, porque entendí que explicaba mucho de la mentalidad de Federer.

Mirka Vavrinec y Roger
Mirka Vavrinec y Roger

Fue en aquella entrevista en Dubai, cuando le pregunté por la importancia de Mirka Vavrinec, su esposa.

"Ella está siempre ahí para mí, incondicional. Por eso cuando tenemos un momento libre estoy con ella en el shopping todo el tiempo que sea necesario. Este es mi momento, pero el momento de Mirka llegará".
 

Y llegó, ese momento llegó. La decisión de dejar el tenis fue muy meditada y conversada. Mirka, ex tenista, fue parte fundamental de esa conversación. 

Ya no habrá más torneos profesionales, pero sí habrá viajes, porque la despedida será con una serie de grandes exhibiciones. Lo dejó bien claro Federer en la frase final de su declaración de retiro: "Tenis, te amo, nunca te abandonaré".

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