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Nicolás Jodal y Marcos Galperín. Foto: Gentileza.
Liderazgo

Marcos Galperín en una "charla de amigos" con Nicolás Jodal: su análisis sobre el "efecto Temu", el futuro de Mercado Libre y su vida en Uruguay

Matías Castro

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El fundador de la empresa de tecnología aseguró que todavía "está todo por hacerse" y que ve "la misma cantidad de oportunidades que veía hace 20 años".

19 Noviembre de 2025 08.40

La Cena Anual del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) sirvió de escenario para un diálogo amistoso entre dos referentes de la tecnología latinoamericana: Marcos Galperín, fundador y próximo chairman de Mercado Libre, y Nicolás Jodal, cofundador y CEO de Genexus. El encuentro entre ambos, que se desarrolló bajo la atenta mirada 700 espectadores entre los que se encontraban los expresidentes Luis Lacalle Pou y Julio María Sanguinetti, se destacó por su tono informal y con toques de humor, especialmente cuando Jodal bromeó sobre su mala suerte jugando golf contra Galperín. La conversación ofreció una mirada privilegiada a la trayectoria, el futuro y la filosofía de liderazgo del empresario argentino radicado en Uruguay desde 2002.

Un presente de estrategia, matemáticas y equipos

Si tuviera que iniciar Mercado Libre hoy mismo, Galperín aseguró que haría algo muy parecido a lo que hizo a fines de los años noventa. Esa fue su primera respuesta a las preguntas del público tras su charla con Jodal. Agregó que se enfocaría en armar lo más rápido posible un "muy buen equipo de tecnología" que se ensamble con el equipo de negocios. 

Respecto a qué cualidad esencial no debe perder un emprendedor en su etapa inicial, destacó la "pasión por solucionar un problema" y señaló que el éxito ocurre cuando el foco está ahí y no está en el resultado económico.

Con respecto a la educación y la tecnología, Galperín compartió su perspectiva sobre las habilidades necesarias para un futuro con una IA omnipresente. Si bien hace unos años hubiera recomendado programar, hoy cree que esta habilidad es cada vez menos importante. Su consejo para un joven de 18 años es enfocarse en matemáticas, ciencias duras y actividades como el ajedrez, con el fin de "entrenar el cerebro matemático".

También habló sobre el contexto mundial y las perspectivas que se abren en distintas zonas del planeta. Expresó preocupación, señalando que hay partes que se mueven hacia un mundo más libre y otras hacia uno menos libre, sin tener claro quién ganará esa puja.

Por otro lado, abordó la competencia de Mercado Libre con Amazon y con las empresas chinas, específicamente Temu, en un tono de confianza estratégica. Galperín reconoció que su empresa compite no solo con gigantes internacionales, sino también con varias compañías del país asiático y con diversas industrias en América Latina. 

Nicolás Jodal y Marcos Galperín. Foto: Gentileza.
Nicolás Jodal y Marcos Galperín. Foto: Gentileza.

Respecto a Temu, plataforma que sacudió el mercado y los hábitos de consumo, el empresario se expresó sin dramatismo y explicó que la percibe como un competidor más. Señaló que esa plataforma exporta productos de China al resto del mundo, pero afirmó que Mercado Libre tiene la capacidad de replicar ese modelo, ya que cuentan con una oficina con más de 150 personas en China y ya realizan esa operación. De hecho, puso como ejemplo que el 15% de lo que se vende en México en Mercado Libre son productos que se envían desde China. 

Cuando Jodal le consultó sobre si los precios de Temu constituyen dumping, Galperín respondió que no lo cree, y reconoció que "son buenos en lo suyo". Al restar peso al llamado "efecto Temu", eligió destacar su posición y señaló que prefiere abrazar las disrupciones para evitar que a Mercado Libre le suceda lo que ocurrió con sus competidores en la era de las puntocom, asegurando que están listos para competir en ese frente.

Liderazgo y el salto al desarrollo de Uruguay

Al abordar su transición a chairman anunciada para 2026, Galperín aseguró que ve en Mercado Libre "la misma cantidad de oportunidades que veía hace 20 años". Su rol futuro será enfocarse en las disrupciones y los cambios estratégicos. 

Sobre la volatilidad inicial, recordó que la burbuja puntocom fue un momento de peligro: su compañía casi cierra por algunos inversores que buscaban recuperar el capital. Sin embargo, el momento en que eBay decidió no comprar a Mercado Libre fue de "suerte total", ya que coincidió con el declive de la compañía norteamericana frente a Amazon.

Galperín compartió un principio de liderazgo clave que aplica incluso después de haber realizado el IPO en 2007: no caer en la trampa de guiar al mercado o gastar tiempo valioso en publicidad innecesaria. "Yo veía que eBay tenía a la mejor gente dedicada a eso, pero que creaba cero valor," explicó.

Hoy, con más de 120.000 empleados, su enfoque se mantiene en la tecnología, la disrupción y la estrategia. Por eso, Mercado Libre no da guidance o proyección de resultados, una práctica que considera "súper peligrosa" porque obliga a la gerencia a manejar la empresa en base a un "cuento", en lugar de la realidad.

Respecto al auge de la inteligencia artificial, Galperín ve el paralelo con la era de las puntocom. Si bien muchas murieron, las que sobrevivieron como Amazon, justificaron las valuaciones y demostraron que "las ideas eran correctas". Su filosofía es "abrazar estas disrupciones, porque si no, te llevan puesto".

Hernán Bonilla, presidente del CED. Foto: Gentileza.
Hernán Bonilla, presidente del CED. Foto: Gentileza.

El origen del fintech Mercado Pago, por ejemplo, fue una suerte de disrupción. Surgió de la necesidad de resolver la falta de confianza: "La gente no va a confiar entre sí, ¿cómo van a pagar?". Mercado Pago inicialmente era un sistema de "garantía" para acelerar el proceso dentro de Mercado Libre. La expansión a otros comercios fue forzada por la inacción del sector tradicional: "Visa no quería que se pague online, no quería fomentar los pagos digitales. Entonces, nos quedó otra que hacerlo nosotros".

De un origen complejo al futuro abierto

Galperín trazó un recorrido desde la génesis de Mercado Libre en la Universidad de Stanford, durante sus años como estudiante, cuando su idea de crear un mercado de productos usados basado en subastas para América Latina fue desestimada por casi todos sus colegas. Esta resistencia, según Jodal, resonaba con la filosofía de Peter Thiel de ser "contrario" para tener éxito. 

En aquel entonces trabajaba para YPF. Cuando esta fue adquirida por Repsol, su trabajo en finanzas complejas se disolvió. Esto le dio el impulso para finalmente emprender con su idea, dejándolo sin más alternativas que ponerse en acción." Yo no tenía dónde volver y dije: 'Esta es la mía. Ahora me quedé sin excusas'".

Para conseguir su primer capital, Galperín tuvo que ser creativo: consiguió a su primer inversionista mientras lo llevaba al aeropuerto tras un encuentro casual. Según su relato, se hizo el distraído para alargar el viaje en el auto y poder terminar su pitch, logrando que el estadounidense se entusiasmara y quisiera invertir. Ese impulso inicial le costó un viaje a Europa prometido a su novia (hoy su esposa), que canceló porque se le abrió la oportunidad de esta inversión que le permitía comenzar su proyecto.

Galperín reafirmó la importancia de la convicción personal frente al escepticismo: "Le pregunté a 20 amigos latinos y todos me dijeron que no iba a funcionar" debido a la idiosincrasia de nuestro continente con respecto a las reglas. Estaba convencido de que, si existía un ambiente donde las reglas se aplicaban bien, "el latinoamericano se comporta igual que un japonés o un alemán".

La batalla inicial de Mercado Libre fue contra De Remate, que había recibido más capital y lo gastó agresivamente en publicidad. La clave para ganar fue estratégica: "Cuidando el mango, básicamente" y con foco en tener tecnología propia. 

Mientras su competidor compró la tecnología de un emprendedor francés al precio del 10% del valor de la empresa, Galperín enfatizó que para sacarle el 10% de Mercado Libre, tendrían que sacarle "las muelas, las uñas, los ojos". Esa decisión forzó a Mercado Libre a construir un gran equipo interno, que hoy suma 20.000 programadores enfocados exclusivamente en América Latina.

El contexto de la noche: la agenda del CED

"Vivir en Uruguay me da muchísimo tiempo. No se pierde tiempo en el auto, en el tráfico. Trabajo mucho de casa", explicó Galperín. Coincidió con el CED en que el camino a seguir para el país es "liberar, desregular y abrirse", y que lo esencial para un emprendedor es la "pasión por solucionar un problema" y no centrarse únicamente en el resultado económico.

Agustín Iturralde, director ejecutivo del CED. Foto: Gentileza.
Agustín Iturralde, director ejecutivo del CED. Foto: Gentileza.

Su conversación se enmarcó en la Cena Anual del CED, un evento que convoca a unos 700 líderes de opinión. Antes de la charla principal, los oradores de apertura, el presidente Hernán Bonilla y el director ejecutivo Agustín Iturralde, sentaron las bases de la filosofía del think tank.

Bonilla afirmó que el CED está dedicado a un "impulso liberal" y a la "batalla por el sentido común" frente a debates obsoletos, criticando la "creciente intolerancia" en la sociedad. Por su parte, Iturralde enfatizó el objetivo ambicioso de que "Uruguay puede ser el primer país desarrollado en América Latina". 

Para lograrlo, el CED lanzará el "Marco Uruguay", un plan de acción detallado de reformas cruciales a ser abordadas en los primeros 18 meses del próximo gobierno, y continuará con la formación de líderes a través del Programa de Alta Dirección para la Gestión Pública liderado por el expresidente Luis Lacalle Pou, quien se incorporó este año al think tank como Senior Fellow.

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