Tu jefe pronto te calificará por el uso de IA: acá te explicamos por qué
Acá hay una cifra que debería aterrorizar a todos los directores ejecutivos: el uso diario de la inteligencia artificial se duplicó en los últimos 12 meses, del 4% al 8% de los empleados. Sí, leíste bien. Después de miles de millones de dólares en inversión y una publicidad exagerada, el 92% de los empleados todavía no usa inteligencia artificial todos los días.
A simple vista, esto parece reflejar un fracaso rotundo en la adopción de la inteligencia artificial dentro de las empresas. Sin embargo, esta situación contradice una verdad que el director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, admitió hace poco: "Lo más difícil de la IA no es la tecnología, sino lograr que las personas cambien su forma de trabajar".
Y sí, las empresas necesitan motivar a sus empleados para que cambien su forma de trabajar en tiempos de la inteligencia artificial. Según el Barómetro global de empleos en IA 2025 de PwC, desde que la IA generativa se expandió en 2022, el crecimiento de la productividad global casi se cuadruplicó en los sectores más expuestos a esta tecnología, como los servicios financieros y la publicación de software. Pasó del 7% entre 2018 y 2022 al 27% entre 2018 y 2024. En cambio, la tasa de crecimiento de la productividad en los sectores menos expuestos a la inteligencia artificial, como la minería y la hotelería, bajó del 10% al 9% en el mismo período. La cuestión no pasa por si las empresas deben impulsar la producción con inteligencia artificial, sino por cómo hacerlo.
Los titulares muestran un éxito rotundo. Una gran mayoría, el 78% de los encuestados, afirmó que sus organizaciones usan inteligencia artificial en al menos una función de la empresa, según el último informe "El estado de la IA" de McKinsey. Las compañías se felicitan por su "transformación digital". Sin embargo, el éxito o el fracaso de la tecnología siempre dependió de su adopción por parte de las personas. Este principio marcó la transformación de las organizaciones y las consultoras lo estudiaron durante décadas. Además, crearon incontables presentaciones y artículos para ayudar a las empresas a llevar adelante el cambio interno.
Si miramos con más detalle los datos, aparece una historia distinta. A pesar de dos años de entusiasmo por la inteligencia artificial, solo el 8% de los empleados estadounidenses la usa todos los días, en comparación con un escaso 4% hace apenas 12 meses. Incluso el uso frecuente, unas pocas veces por semana, llega apenas al 19%. La gran mayoría, el 60%, todavía no recurre a la inteligencia artificial de forma regular, según el último estudio exhaustivo sobre el trabajo de Gallup.
Pensalo bien: estamos celebrando haber pasado de ser terribles a ser apenas un poco menos terribles.
En otro estudio reciente, KPMG encuestó a 48.340 personas en 47 países para conocer sus opiniones sobre la inteligencia artificial y su uso en el trabajo. Solo el 17% de los empleados afirmó que utiliza de manera intencional herramientas de inteligencia artificial todos los días. Casi un tercio, el 30%, dijo que lo hace apenas unas pocas veces al año o cada algunos meses. Una parte importante de los trabajadores, el 27%, aseguró que nunca recurre intencionalmente a la inteligencia artificial en su empleo.
Pero esperá, la situación es peor. A pesar de la tasa de uso del 58%, apenas el 47% de los empleados encuestados declaró que recibió algún tipo de capacitación o formación en inteligencia artificial. Estamos pidiendo a los trabajadores que adopten una tecnología que no comprenden, con fines que nadie explica bien, sin preparación ni apoyo.
Microsoft decidió que el uso de inteligencia artificial sea obligatorio para las evaluaciones de desempeño, según informó Business Insider. Julia Liuson, presidenta de la división de Microsoft que desarrolla herramientas para programadores como GitHub Copilot, el servicio de codificación con inteligencia artificial, envió hace poco un mensaje a sus gerentes: "La IA es ahora una parte fundamental de nuestra forma de trabajar. Al igual que la colaboración, el pensamiento basado en datos y la comunicación eficaz, el uso de IA ya no es opcional; es fundamental para todos los roles y niveles".
Para fomentar el uso de la inteligencia artificial en toda la empresa, los gerentes ahora deben calificar a los empleados según su adopción interna de estas herramientas. Microsoft incluso analiza incorporar métricas formales de uso de la inteligencia artificial en las evaluaciones de desempeño que realice en el futuro.
Mientras la mayoría de las empresas apenas logra un uso diario de un solo dígito, Moderna alcanzó una adopción voluntaria de inteligencia artificial cercana al 100% en seis meses, luego de implementar ChatGPT Enterprise de OpenAI. ¿La diferencia? No impuso, enseñó. Moderna se propuso un objetivo ambicioso: lograr que toda su gente con acceso a soluciones digitales adoptara y dominara la inteligencia artificial generativa en un período de seis meses.
Brad Miller, director de información de Moderna, fue claro sobre el desafío y señaló: "El 90% de las empresas quieren implementar genAI, pero solo el 10% de ellas tienen éxito, y la razón por la que fracasan es porque no han creado los mecanismos para transformar realmente la fuerza laboral para adoptar nuevas tecnologías y nuevas capacidades".
Para eso, Moderna asignó un equipo de expertos dedicados a llevar adelante un programa de transformación a medida. Su estrategia combinó acciones de gestión del cambio individual, colectivo y estructural. "Creemos en la inteligencia colectiva para los cambios de paradigma", afirmó Miller. "Se trata de todos juntos, todos con voz y nadie excluido".
Los resultados del gigante farmacéutico hablan por sí solos:
El Wall Street Journal informó que Moderna llegó al punto de unificar sus departamentos de tecnología y recursos humanos, creó 3.000 GPT y reestructuró roles bajo supervisión regulatoria. ¿Cómo consiguió todo esto? Resolviendo problemas concretos. Los equipos clínicos desarrollaron "Dose ID GPT" para analizar ensayos. Los departamentos legales diseñaron asistentes de revisión de contratos. El área de recursos humanos agilizó los procesos de incorporación.
Lo más importante es que Moderna no forzó la adopción a través de evaluaciones de desempeño. Creó herramientas tan útiles que los empleados no podían imaginar su trabajo sin ellas. Esa es la diferencia entre el cumplimiento obligatorio y una verdadera transformación.
En medio de este impulso por la adopción de inteligencia artificial, algunos patrones de éxito aparecen en los datos de Gallup:
Si tomamos como referencia las implementaciones exitosas en Moderna y otras compañías, esto es lo que funciona de manera medible:
Después de analizar datos de miles de empleados en múltiples estudios, la conclusión resulta ineludible: la adopción de la inteligencia artificial está fracasando porque las empresas pasan por alto los pasos más importantes: liderazgo desde arriba y capacitación para todos.
Compran herramientas en lugar de desarrollar capacidades. Exigen su uso en lugar de demostrar su valor. Miden la adopción en lugar del impacto. Lo más importante es que tratan la inteligencia artificial como si fuera un software más, cuando en realidad implica un cambio profundo en la forma de trabajar. En cinco años, preguntar si alguien usa inteligencia artificial será como preguntar si revisa su correo electrónico.
Las empresas que se destaquen no serán las que impongan mandatos más estrictos. Serán aquellas donde ese 8% de usuarios diarios se transforme en un 80%, no por obligación, sino porque no se imaginan trabajar sin esta tecnología. La pregunta no es si tus empleados usarán inteligencia artificial. Es si vas a liderar esa transición con criterio o si vas a intentar imponerla sin convicción.
*Con información de Forbes US.