"Paciencia", el simple consejo a lo Warren Buffett para aumentar la riqueza personal
Contributor Group Trefis Team Colaboradores
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Quizás el consejo más simple y potente para generar riqueza sea adoptar una mirada a largo plazo al invertir. Warren Buffett mostró el poder de la capitalización compuesta a través de un experimento mental: en 1626, los Lenape vendieron la Isla de Manhattan a Peter Minuit por 60 florines, unos US$ 24 de la época.
Buffett dijo que, si esos US$ 24 se hubieran invertido de manera continua con una rentabilidad anual del 7 %, hoy esa inversión superaría con amplitud el costo de readquirir Manhattan, incluso al considerar todas las mejoras.
¿Difícil de creer, no? Pero las matemáticas prueban que, a lo largo de 399 años, US$ 24 capitalizados al 7 % anual sumarían US$ 12,7 billones para 2025, frente al valor estimado de Manhattan, que ronda entre US$ 3 y 4 billones.
El dinero, igual que el inesperado crecimiento de la inversión en Manhattan, no se distribuye de forma pareja entre los sectores, sino que rota según la demanda.
La capitalización a lo largo del tiempo es una fuerza increíblemente poderosa, pero la mayoría de nosotros subestimamos su impacto. Probalo vos mismo: ¿cuánto crecería un millón de dólares si se capitalizara al 10 % durante 50 años? Tomate un momento para hacer una estimación... y después comparala con el resultado real: unos US$ 100 millones. Sorprende, ¿no?
Incluso diferencias anuales que parecen pequeñas, de apenas unos pocos puntos porcentuales, pueden provocar un gran impacto en el valor final de una cartera con el paso de los años. Las tablas que siguen muestran la rentabilidad compuesta de distintas carteras en diversos plazos de inversión.
La capitalización genera resultados extraordinarios a largo plazo si cuidás tu capital desde el comienzo. El gráfico que aparece más abajo muestra por qué resulta clave evitar grandes pérdidas. El cálculo es simple: una caída del 25% necesita una suba del 33% para volver al punto de equilibrio, y una caída del 50 % exige una recuperación del 100% para alcanzar el mismo nivel. Es sencillo, pero muchas veces se pasa por alto.
Los riesgos suelen ser más fáciles de manejar que las rentabilidades. Para quienes invierten, priorizar el control de riesgos resulta clave para limitar las pérdidas y dejar que la capitalización trabaje a lo largo del tiempo. Esta estrategia vale mucho más que tratar de adivinar qué acciones ganarán o hacia dónde se moverán los mercados y los indicadores económicos, como las tasas de interés o el crecimiento del PBI.
Aunque estas ideas son simples, muchos inversores todavía las dejan de lado. Ante una pérdida fuerte o frente a la tentación de correr detrás de una empresa de alto rendimiento, las emociones suelen nublar el juicio y nos alejan de estos principios básicos. Glenn Caldicott, director de inversiones de Empirical Asset Management, sostiene: "Los humanos estamos hechos para sobrevivir, no para invertir".
Superar el instinto de lucha o huida requiere un esfuerzo consciente. Tener sistemas estructurados, planes claros o el acompañamiento de un asesor patrimonial puede ayudarte a moverte con más eficacia en mercados complicados. Esperamos vivir cerca de 100 años, ¿por qué entonces actuamos como si tuviéramos la vida de una mosca de la fruta?.
*Con información de Forbes US.