Forbes Uruguay

Ya no gana Grand Slams pero su fortuna sigue creciendo: Roger Federer entró al club de los atletas multimillonarios

Share

Los esponsoreos y su participación en la marca de calzado On metieron al suizo en el exclusivo club de los atletas con fortuna de más de US$ 1.000 millones. Y ahora, una inversión en una empresa de tecnología alimentaria podría significarle otra ganancia importante.

En 2019, Roger Federer estaba en la cancha central de Basilea, Suiza, bajo una lluvia de papel picado dorado y con las lágrimas bajándole por la cara. La emoción se entendía: acababa de ganar en sets corridos la final del torneo de su ciudad natal, el Swiss Indoors, donde de chico había sido alcanzapelotas. Pero también parecía darse cuenta de que, con 38 años, quizás no le quedaban muchos momentos como tenista profesional.

Ese trofeo fue, de hecho, el último que levantó. Las lesiones le complicaron los últimos tres años en el circuito ATP, hasta que se retiró en septiembre de 2022. Sin embargo, Federer —que ahora tiene 44 años— se mantuvo como el tenista mejor pagado incluso después de dejar las canchas. Hoy, Forbes estima que es multimillonario, con un patrimonio de US$ 1.100 millones, en gran parte por su participación minoritaria en la marca suiza de calzado y ropa On, que cotiza en bolsa.

Federer creció en una familia ligada al mundo corporativo: su papá venía de una familia reconocida en Suiza y su mamá, criada en Sudáfrica, trabajaba con él en una empresa farmacéutica. Agarró por primera vez una raqueta a los 3 años y se convirtió en el número uno del mundo en la categoría júnior. Debutó como profesional en 1998 y alcanzó la fama en 2003, cuando ganó el título individual de Wimbledon.

Durante sus 24 años en el circuito ATP, estuvo 310 semanas como número uno del mundo y ganó 103 torneos. En premios acumuló casi US$ 131 millones, el tercer monto más alto en la historia del tenis, solo superado por Novak Djokovic (US$ 189 millones) y Rafael Nadal (US$ 135 millones).

sportbiz - septiembre 2022 -federer- mariana bevis
Durante sus 24 años en el circuito ATP, Roger Federer estuvo 310 semanas como número uno del mundo y ganó 103 torneos.

Fuera de la cancha, Federer tuvo todavía más éxito. A lo largo de su carrera como tenista, recaudó cerca de US$ 1.000 millones —antes de impuestos y comisiones de agentes— gracias a esponsoreos, apariciones y negocios personales. Esa cifra duplica lo que ganaron Djokovic o Nadal, según estimaciones de Forbes.

Con una cartera de sponsors inigualable, muchas de esas marcas lo acompañaron por más de una década. Por eso, fue el tenista mejor pagado del mundo durante 16 años seguidos. En 2020 incluso lideró a todos los deportistas del planeta con US$ 106,3 millones en ingresos totales antes de impuestos.

Federer integra un grupo reducido: es uno de los siete atletas que superaron los US$ 1.000 millones en ingresos mientras todavía estaban activos. Comparte ese club con LeBron James (Los Angeles Lakers), los golfistas Tiger WoodsPhil Mickelson, los futbolistas Cristiano RonaldoLionel Messi, y el boxeador Floyd Mayweather.

Ahora, con su fortuna consolidada, Federer se convirtió en el séptimo deportista en sumarse al club de los tres comas, una categoría aún más exclusiva. El primero en alcanzarla fue otro tenista: Ion Tiriac, campeón de dobles del Abierto de Francia en 1970 y exjugador de hockey sobre hielo, quien representó a Rumania en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1964. Tiriac comenzó a invertir tras la caída del comunismo, entró a la lista de multimillonarios en 2007 y hoy tiene un patrimonio estimado en US$ 2.300 millones, con negocios en real estate, concesionarias de autos y servicios financieros.

En 2014 se sumó al club Michael Jordan, leyenda del básquet y miembro del Salón de la Fama, que hoy tiene una fortuna estimada en US$ 3.800 millones. Después llegaron Magic Johnson, histórico de los Lakers, con US$ 1.500 millones, y Junior Bridgeman, exsexto hombre de los Milwaukee Bucks, quien al morir en marzo contaba con una fortuna de US$ 1.400 millones. LeBron James (US$ 1.200 millones) y Tiger Woods (US$ 1.300 millones) son los únicos que llegaron al club de los tres comas mientras todavía estaban en actividad.

El costado empresarial de Federer se apoya en su potencia como figura publicitaria. Supo construir una cartera de marcas de primer nivel, entre las que figuran Lindt, Mercedes-Benz, Rolex y Moët & Chandon. Esa selección lo transformó en sinónimo de lujo, algo que encajó a la perfección con su estilo elegante dentro de la cancha y su imagen pública impecable.

"Entre su carácter y su simpatía, eso es fundamental", dice Lisa Delpy Neirotti, directora del programa de gestión deportiva de la Universidad George Washington. "Podés ser un gran atleta, pero no caerle bien a todo el mundo. Él es elegante, tiene buena presencia, es muy educado. Es sofisticado, y sus marcas lo reflejan", agrega.

En 2018, Federer capitalizó ese atractivo y dejó Nike —que le había pagado unos US$ 150 millones en 20 años— para firmar con Uniqlo, la marca japonesa de indumentaria, por un contrato de US$ 300 millones a diez años. Como Uniqlo no fabrica zapatillas para tenis, dejó abierta una categoría de patrocinio que Nike habría bloqueado por contrato. Esa libertad comercial le permitió sellar un acuerdo todavía más rentable con On, la empresa suiza con sede en Zúrich.

Roger Federer
En 2018, Federer dejó Nike para firmar con Uniqlo por un contrato de US$ 300 millones a diez años.

Federer conoció la marca cuando su esposa empezó a usar sus zapatillas. No tardó en contactar a sus fundadores, David Allemann, Olivier Bernhard y Caspar Coppetti. En 2019 compró una participación en la compañía, que por entonces apuntaba de lleno al calzado para correr.

Federer no se quedó en el rol de inversor pasivo. Se involucró de lleno en el desarrollo de zapatillas de tenis para cancha y en una línea de ropa deportiva junto a On. La jugada rindió frutos rápido: en apenas dos años, la marca debutó en la Bolsa de Nueva York. Cuando On salió a cotizar en 2021, Federer tenía una participación estimada del 3%. Hoy, la empresa vale casi US$ 15.000 millones en capitalización bursátil y sus acciones subieron un 86% desde la salida a bolsa. Eso hizo que el capital del suizo pase a valer más de US$ 375 millones.

"Roger fue el acelerador", dijo en 2023 Marc Maurer, por entonces codirector ejecutivo de On, en diálogo con Forbes US. "Básicamente, queríamos abrir la puerta y sabíamos que el tenis era el próximo deporte. Tuvimos mucha suerte de que Roger se embarcara en esa misión con nosotros", añadió.

Federer también consiguió muy buenos rendimientos con otras inversiones. En 2013 fundó, junto a su histórico agente Tony Godsick, la firma de gestión Team8. Cuatro años después lanzaron la Laver Cup, un torneo anual de tenis por equipos que enfrenta a seis jugadores de Europa contra seis del resto del mundo. El evento, que ya forma parte oficial del calendario ATP y convoca a figuras de primer nivel, genera ganancias todos los años, salvo en 2023, cuando invirtieron en mejoras de infraestructura, según Sports Business Journal. La Laver Cup 2025, que se jugará en San Francisco en septiembre, proyecta más de US$ 20 millones en ingresos entre patrocinios, venta de entradas y hospitalidad.

Federer podría sumar otra inversión exitosa en poco tiempo. En 2021 participó de una ronda de financiación Serie D por US$ 235 millones para NotCo, una startup chilena que desarrolla alimentos de origen vegetal. En esa ronda también pusieron dinero figuras como el piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton y el baterista de The Roots, Questlove. La operación valuó a la empresa en US$ 1.500 millones. Un año más tarde, NotCo levantó otros US$ 70 millones al lanzar una unidad B2B para licenciar sus herramientas de inteligencia artificial a otras compañías alimenticias.

Federer puede esperar tranquilo con estas inversiones, porque todavía trabaja con más de una docena de marcas que lo acompañaron durante su carrera como jugador. Entre ellas están el operador de aviones privados NetJets, la marca de anteojos Oliver Peoples y el banco suizo UBS, que en 2023 absorbió a Credit Suisse, otro de sus históricos patrocinadores.

En el plano publicitario, Federer sigue siendo uno de los más buscados del tenis. Tiene 43,5 millones de seguidores en Facebook, Instagram y X (antes Twitter), solo por debajo de los 51,6 millones de Rafael Nadal, según la agencia de marketing Two Circles. Además, mantiene una tasa de interacción del 2,3%, casi el doble que la de Novak Djokovic (1,2%) y más de cuatro veces la de Nadal (0,5%).

"Su valor como figura es duradero", dice Delpy Neirotti, profesora de la Universidad George Washington. "Va a poder mantenerlo", sostiene.

Con información de Forbes US.

10