A un año de la muerte del periodista Jorge Lanata, los conflictos en torno a su herencia parecen no tener fin. La lujosa casa que había adquirido en José Ignacio, Uruguay, y que pocos días después de su fallecimiento salió a la venta, todavía no consiguió comprador. Sin embargo, la propiedad hoy está ocupada —aunque no por sus hijas— y se encuentra en el centro de una disputa judicial.
Fuentes del mercado inmobiliario uruguayo aseguran que, en medio del conflicto sucesorio, la casona fue alquilada sin el consentimiento de todas las herederas. La propiedad, que Lanata había comprado hace cinco años, fue tasada para la venta en US$ 2.900.000.

La inmobiliaria Covello, una de las firmas referentes de la zona, fue la encargada de exhibir la casa el año pasado y de alquilarla en tiempo récord al futbolista Germán Cano, delantero del Fluminense de Brasil. No obstante, este año la firma ya no participa ni en la comercialización ni en el alquiler del inmueble.
“Todavía no salió la sucesión, por lo que la casa no está en venta de manera formal. Sí se alquiló la temporada pasada y también este año”, explicó una fuente del sector. Según indican referentes inmobiliarios de la zona, el alquiler habría sido gestionado por una de las hijas del periodista y no habría contado con la aprobación de Elba Marcovecchio, última esposa de Lanata.

“La casona tiene una ubicación estratégica. Hay muchos interesados, pero todavía no se puede vender. El precio fijado el año pasado es de referencia; habrá que ver en qué valor real se pone cuando la sucesión esté resuelta”, explicó Alejandra Covello, titular de la inmobiliaria que el año pasado tenía a su cargo la exhibición de la propiedad.
Cómo es la casona
La casa de verano de Lanata cuenta con seis ambientes, distribuidos en 333 metros cuadrados cubiertos, sobre un terreno de 1.500 m². Dispone de cuatro dormitorios y cuatro baños, entre los que se destaca el master bedroom: una amplia suite principal de 8 x 4 metros, con vestidor, baño completo en suite y ducha. Además, cuenta con una habitación adicional de 5 x 4 metros conectada a la suite.
La propiedad incluye también una elegante recepción con baño completo y un comedor pensado para reuniones. En cuanto a los exteriores, posee un deck frontal con acceso desde la recepción, terrazas laterales con vistas al mar y una piscina privada. Finalmente, el inmueble cuenta con un sótano con capacidad para uno o dos autos.

La pelea por la herencia
De un lado del enfrentamiento se encuentra Elba Marcovecchio, última esposa del periodista (estuvieron casados dos años y mantuvieron una relación de cuatro). Del otro, sus hijas: Bárbara, fruto de la relación de Lanata con la productora Andrea Rodríguez, y Lola, hija de su matrimonio con Sara Stewart Brown, conocida como “Kiwi”.
El periodista dejó un patrimonio significativo compuesto por bienes inmuebles, derechos intelectuales —que incluyen programas de televisión, columnas periodísticas y libros— y activos financieros, tanto en la Argentina como en el exterior.

Entre las propiedades más relevantes figuran una casa en el norte del Gran Buenos Aires, una propiedad en Miami adquirida con una hipoteca que dejó de pagarse y la casa de José Ignacio. También se menciona un departamento en Nueva York y una deuda con Radio Mitre superior a US$ 300.000.