De los múltiples fracasos a la venta por US$ 1.100 millones: la historia detrás de las zapatillas Skechers, que llegan a Argentina
Robert Greenberg probó muchas formas de hacerse rico: vendió postizos por mail, pinzas electrónicas y patines, antes de dar en el clavo con las zapatillas, primero con LA Gear y luego con Skechers. Ahora, él y su hijo, con quien fundó Skechers, están vendiendo la empresa al inversor de Burger King, 3G Capital.

Recientemente, la firma de inversiones brasileña 3G Capital —conocida por sus apuestas previas en Burger KingTim Hortons— acordó pagar casi US$ 9.500 millones para adquirir Skechers, reconocida por su calzado moderno y cómodo. La operación también implicará que la empresa deje de cotizar en la bolsa.

Skechers fue fundada en 1992 en Manhattan Beach, California, por el dúo padre e hijo Robert y Michael Greenberg, quienes seguirán dirigiendo la compañía —una vez que se complete la operación— como CEO y presidente, respectivamente. Junto a su familia directa, poseen el 12 % de la empresa y están en condiciones de embolsar hasta US$ 1.100 millones en fondos líquidos por la venta.

3G ofreció pagar US$ 63 por acción, lo que representa una prima del 28% respecto del precio de cierre del viernes pasado. Sin embargo, los Greenberg (y otros accionistas de Skechers) también pueden optar por canjear cada una de sus casi 18 millones de acciones públicas por US$ 57 en efectivo más una acción de la nueva empresa privada que pasará a ser la casa matriz de Skechers. Si eligen esta opción, se llevarán US$ 1.000 millones en fondos líquidos y cerca de US$ 100 millones en acciones de la nueva empresa privada. Los Greenberg no informaron qué alternativa elegirán. Un vocero de Skechers declinó hacer comentarios.

Cualquiera sea el monto final que reciban los Greenberg, este se dividirá entre Robert, Michael y los otros cinco hijos de Robert —Jennifer Greenberg Messer, Scott Bruce Greenberg, Jeffrey Alan Greenberg, Jason Aaron Greenberg y Joshua Adam Greenberg—, todos ellos beneficiarios de dos fideicomisos que poseen las acciones familiares de Skechers. Josh y Jason también son ejecutivos de Skechers, mientras que los demás miembros —excepto Scott— ocupan cargos no ejecutivos en la empresa, según consta en el último informe de representación de Skechers.

Antes de Skechers, Robert Greenberg probó muchas formas distintas de hacerse rico. Comenzó su carrera como estilista en Brookline, Massachusetts, y en 1962 abrió su propia peluquería, seguida por un negocio de pelucas y postizos por mail. Luego intentó —con distintos niveles de éxito— vender relojes antiguos importados desde Corea del Sur, pinzas electrónicas, jeans, patines y cordones para zapatillas con la temática de "E.T.".

Uno de los emprendimientos que lanzó, L.A. Gear —que vendía una versión imitadora de las zapatillas Reebok— despegó y llegó a superar los US$ 800 millones en ventas en 1990. Pero colapsó un año después, y Robert fue obligado a dejar la compañía. Fue entonces cuando junto a su hijo Michael fundaron Skechers. Inicialmente creada como distribuidora de calzado Doc Martens, la empresa encontró rápidamente su nicho importando calzado asiático que imitaba estilos populares estadounidenses a precios más bajos. La compañía salió a cotizar en bolsa en 1999 y desde entonces se convirtió en una de las mayores empresas de calzado del mundo.

Skechers salió a cotizar en bolsa en 1999 y desde entonces se convirtió en una de las mayores empresas de calzado del mundo.

Se espera que la venta de Skechers se cierre durante el tercer trimestre de este año. Llega luego de un período de fuerte crecimiento para la compañía, que el año pasado reportó ingresos récord por US$ 9.000 millones.

Hoy, Skechers vende una amplia variedad de calzado tanto de moda como deportivo, con precios que van desde los US$ 45 hasta los US$ 125, según detalla su sitio web. "Durante las últimas tres décadas, Skechers experimentó un crecimiento tremendo", dijo Robert Greenberg en un comunicado difundido este lunes. "Nuestro éxito se debe a nuestro compromiso con la excelencia e innovación en toda la organización Skechers, una oferta de productos centrada en la comodidad y socios leales", agregó.

Aproximadamente el 62 % de las ventas de Skechers provienen del exterior de EE. UU., y se espera que esa proporción crezca aún más en los próximos años. En una reciente presentación ante inversores, la empresa destacó su presencia global, incluyendo operaciones en 180 países, y señaló que su negocio en la región EMEA (Europa, Medio Oriente y África) creció a una tasa compuesta anual que duplicó a la de EE. UU. en los últimos cuatro años.

Skechers vende una amplia variedad de calzado tanto de moda como deportivo, con precios que van desde los US$ 45 hasta los US$ 125.

El acuerdo con 3G llega en un contexto de incertidumbre económica, en medio de los elevados aranceles impuestos por la administración Trump, entre ellos uno del 145 % para productos importados desde China. En su informe anual 2024, Skechers reveló que "prácticamente todas" sus ventas del año provienen de calzado fabricado fuera de EE. UU. Alrededor del 40 % proviene de China, el porcentaje más alto del grupo de marcas de estilo de vida y deportivas que sigue la firma de análisis Stifel, que también destacó que la diversificación geográfica de los ingresos de Skechers fuera de EE.UU. podría ayudar a amortiguar el impacto de los aranceles. El mes pasado, Skechers retiró su previsión anual, aduciendo que no podía estimar sus ganancias "debido a la incertidumbre macroeconómica derivada de las políticas comerciales globales".

La firma de inversión 3G parece estar apostando al crecimiento a largo plazo de Skechers, pero los Greenberg podrían estar retirándose en el momento justo.

Con información de Forbes US.