La empresa que armó en silencio una de las flotas robóticas más grandes del mundo y ahora va por las ciudades de EE.UU.
Mientras los gigantes tecnológicos siguen en fase de prueba, Starship ya suma millones de entregas autónomas y apunta a multiplicar su presencia con una inversión fresca de US$ 50 millones. Sus robots eléctricos operan sin GPS, sin choferes y casi sin mantenimiento.