Simone Biles es reconocida como la mejor gimnasta olímpica de su generación. Tanto es así que la gimnasia de competición bautizó con su nombre varias habilidades que no tenían precedentes. Sin embargo, con un total de siete medallas de oro olímpicas, dos de plata y dos de bronce para el equipo estadounidense, la trayectoria de Biles, que tiene 28 años, no estuvo exenta de contratiempos.
En su docuserie de Netflix, "Simone Biles Rising", contó que al comienzo de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 sufrió lo que la comunidad gimnástica llama "twisties". Se trata de un bloqueo mental que desconecta los movimientos del cuerpo de la mente. Decidió retirarse de la competición cuando todas las miradas estaban puestas en ella como la favorita mundial. Poco después, enfrentó una multitud de elogios y críticas por sus decisiones.
En "Simone Biles Rising", la gimnasta más condecorada cuenta su historia con sus propias palabras. Relató cómo decidió tomarse un tiempo para cuidar su salud mental y física, dejar de lado las presiones sociales y prepararse de otra manera para volver con confianza a los Juegos Olímpicos de París 2024. En ese regreso logró tres medallas de oro y una de plata.
El lunes pasado, Biles estuvo en Hollywood, California, donde promocionó su docuserie en el evento FYSEE de Netflix. A partir de su carrera gimnástica y desde que grabó "Simone Biles Rising", me pregunté qué más aprendió sobre sí misma durante todo este proceso.
Biles dijo: "Creo que hay que ser paciente y que las cosas toman tiempo. Creo que lo olvidamos un poco al crecer porque, cuando eres joven, el tiempo no parece tan largo o no tenemos una fecha límite. Así que, simplemente las cosas toman tiempo, van y vienen, y simplemente hay que disfrutar de esos momentos".
Después de competir en Río 2016, Tokio 2020 y París 2024, Biles tiene unos Juegos Olímpicos favoritos. Contó: "Siento que todos son mis favoritos por diferentes razones, pero sin duda diría que mis primeros Juegos Olímpicos, porque fue la primera vez que fui a unos Juegos Olímpicos y ganar una medalla de oro por equipos, algo que atesoraré por siempre".
Para quienes miran los cuatro episodios de "Simone Biles Rising", ¿qué espera que la gente aprenda de ella al compartir su manera de tomar decisiones, su determinación y al escuchar su verdad?

"Bueno, soy normal, solo que tengo un don muy especial y me encanta competir. Me encanta la gimnasia, pero al final, demuestra mi esencia: mi valor, lo que defiendo, además de practicar una faceta de la gimnasia".
Cuando le preguntaron a Katie Walsh, directora de "Simone Biles Rising", qué pensaba sobre Biles, no solo como gimnasta superestrella, sino también como persona y líder de negocios, respondió:
"Simone es una de mis personas favoritas, para ser sincera. Parte de la razón por la que queríamos hacer esta película era mostrar a Simone como persona. Todos conocen a Simone Biles, la atleta, pero no todos la conocen como persona. Me lo dijo al principio de una de nuestras reuniones: 'A veces solo quiero ser Simone'. Esa era la idea de la película: intentar mostrarla como un ser humano completo, con una vida fuera del gimnasio, con dudas e inseguridades, igual que todos los humanos normales, aunque ella es una superhumana. Su capacidad para ser líder, no solo en la pista de gimnasia, sino como defensora y como empresaria, es algo que se ve entrelazado en la película y en su vida".
En relación con la próxima generación de gimnastas femeninas y de jóvenes que admiran a Biles, tenía curiosidad por saber qué consejo podría darles para que bloqueen "el ruido" que proviene de quienes las rodean y construyan su propio camino.
Biles dijo: "Siempre sueña en grande, y luego sueña aún más grande, porque nunca sabes adónde te llevará el camino, y simplemente mantené la valentía. Eso es lo más importante. Buscá ayuda, pedí ayuda; serás el mayor valiente que jamás serás. Estoy aquí para apoyarte".
Nota publicada en Forbes US.