Florencia Solari es contadora y magister en Finanzas. Tiene una larga trayectoria en finanzas corporativas e inversiones de capital en distintas compañías multinacionales. Previamente trabajó en el área de Corporate and Investment Banking de BBVA en España, hasta que regresó a Uruguay para integrarse al equipo de inversiones patrimoniales de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y El Caribe.
Desde su posición, se encarga de seleccionar fondos para realizar inversiones y participa en su gestión. En entrevista con Forbes Uruguay la ejecutiva habló sobre la participación de CAF en venture capital, los sectores más dinámicos y la importancia de la diversificación.
CAF tiene un rol importante como fuente de financiamiento del sector público en la región, ¿qué pasa con el sector privado?
La mayor parte del balance de CAF es sector público, pero tenemos alrededor de un 10% del balance que corresponde al sector privado. Allí tenemos tres productos principales que son financiamiento estructurado, préstamos corporativos e inversiones patrimoniales, que es mi área.
Somos alrededor de 10 personas que trabajamos haciendo inversiones, principalmente en fondos de inversión, no directamente en empresas, sino a través de fondos y a través de fondos en varios asset class. Invertimos en infraestructura, private equity, venture capital y en algunos activos un poco más alternativos, como Timberland, por ejemplo, con proyectos forestales.
Hoy la estrategia está concentrada en inversiones en fondos.
¿Qué cartera maneja hoy esta área de CAF en la región y cómo es su trabajo en Uruguay?
En las inversiones patrimoniales de toda Latinoamérica y el Caribe tenemos un portafolio actualmente de poco más de US$ 400 millones. El 30% está en infraestructura, algo más de 20% en private equity, y 10% en venture capital.
En Uruguay tratamos de apoyar más al ecosistema. Somos socios fundadores de Urucap (la asociación uruguaya de capital privado). Apoyamos también a Cubo Itaú.
¿Por cuánto tiempo invierten en los fondos usualmente?
El estándar son 10 años porque los fondos tienen un ciclo de vida. Los primeros cinco años los dedican a in vertir, a seleccionar estas compañías y hacer las inversiones. Y los segundos cinco años a crecer en las compañías y al proceso de desinvertir.
Hoy estamos en una coyuntura donde las salidas o ventanas para las IPO (salida a bolsa de una empresa privada) en Estados Unidos o Brasil han estado cerradas. Eso de alguna manera estira un poco más los plazos y lleva a que la mayoría de los fondos nos pidan extensiones de plazos.
Eso siempre está previsto en los reglamentos de los contratos, con extensiones que pueden darse por un par de años o incluso más.
¿A cuánto asciende la cartera de venture capital? ¿Hay algún lineamiento o política para invertir en los fondos?
Hoy debemos tener unos US$ 100 millones. Los fondos en los que invertimos en los últimos años son más agnósticos, tratamos de que se enfoquen en varios sectores. Eso diluye un poco más el riesgo que enfocarnos en un solo sector. Hay otros multilaterales que invierten en sectores específicos, como puede ser healthtech o biotech, por ejemplo.
En el caso de CAF, nos gusta más ver fondos que sean diversificados. Lo que más tenemos es fintech, porque es lo que más hay en la región, pero también healthtech, edtech, movilidad, logística, insurtech o proptech.
¿Qué es lo que más se requiere en la etapa de venture capital?
Para venture capital las capacidades que más se necesitan para esa etapa tan temprana son transversales a los sectores. Tenemos muchos gestores que han sido emprendedores.
El conocimiento que se necesita cuando la empresa está arrancando no es tanto técnico para estos sectores, sino es cómo llevar la compañía adelante, cómo armar un plan de trabajo, cómo armar un cashflow, cómo levantar capital o cómo contratar a los mejores talentos. Y eso entendemos que es bastante transversal a todas las áreas de inversión.
¿Dónde ves hoy las oportunidades de Uruguay para seguir impulsan do su ecosistema emprendedor?
Hay barreras naturales muchas ve ces por la escala que tiene el país como el punto de partida. Creo que las oportunidades vienen de la mano de la escala que mencionás. Para los gestores de la región, Uruguay lo que tiene de positivo frente a otros países es que nuestros emprendedores ya nacen con mentalidad de mundiales.
Eso es una ventaja frente a muchos otros países. En Brasil, por ejemplo, que es el mercado más grande de venture capital de Latinoamérica, los emprendedores se quedan en su país porque a ellos les interesa conquistar el mercado brasileño. Además, en Uruguay, tenemos muy buenos talentos.
Me parece que nuestra vocación a nivel mundial está súper bien valora da y posicionada.
¿Qué retorno tiene CAF por sus in versiones en el sector privado?
Nosotros hacemos inversión de capi tal, no tiene una tasa de retorno asegurada, no es deuda. Participamos en el fondo, que a su vez participa como si fueran acciones en las compañías. El retorno que tengamos como inversor en este producto es según cómo le va a esas compañías y, por transitiva, al fondo.
Es difícil manejar un número porque depende del tipo de inversión. Por ejemplo, en fondos que se de nominan más de impacto, ahí no vamos tanto por el lado del retorno, somos más flexibles.
En el caso de venture capital, nos manejamos con una tasa de retorno cercano al 10% (anual en dólares) en el análisis financiero que hacemos al inicio. Eso no signifi ca que sea un retorno seguro: hay fon dos que han hecho más y otros menos.
¿Cuál es hoy la situación de los fon dos tras el shock de la pandemia?
A los fondos que tenían salidas previstas durante los años del covid-19 les fue muy mal. Todos esos fondos extendieron los plazos. Ese momento de ventas fue muy difícil; lo macro impacta.
¿Cómo les pegó la suba de las tasas de interés a nivel internacional?
Impactó mucho el fundraising (recaudación de fondos). Las tasas altas en los últimos años han hecho que tengas otras posibilidades de alojar tu capital con menor riesgo.
Entonces, realmente hay muchos menos inversores dispuestos a poner su dinero en venture capital, que sabemos es mucho más riesgoso. Si tenés una opción que te da un 10% de la cual no tenés ninguna garantía versus un bono del Tesoro que te da 5% con riesgo cero, es complicado.
Eso perjudicó a los fondos y a las empresas en los últimos años a la hora de levantar capital. En nuestro caso, como inversores institucionales, tratamos de estar constantemente invirtiendo para netear los momentos malos que tiene el sector, y no solo hacer lo en las épocas de boom.
FOTOS NICOLÁS GARRIDO
*Este artículo fue publicado originalmente en la edición impresa de Forbes Uruguay de Junio de 2025. Para suscribirte y recibirla bimestralmente en tu casa, clic acá.