Esta semana, Louis Vuitton, la marca que forma parte del conglomerado LVMH, se metió de lleno en el negocio de la belleza con el lanzamiento de La Beauté Louis Vuitton, su primera colección de maquillaje. El debut incluye labiales, bálsamos y paletas de sombras recargables, y representa el primer paso de la firma en el mercado del maquillaje. El objetivo está claro: acercarse a un público más amplio y ofrecer una puerta de entrada al universo Louis Vuitton con productos a un precio más accesible.
¿Por qué belleza? ¿Y por qué ahora?
El negocio de la belleza mueve millones y despierta emociones, algo clave para las marcas de lujo. Casas como Chanel, YSL y Dior ya tienen recorrido en este terreno, y Hermès se sumó en 2020. Para Louis Vuitton, el desembarco no es casual: la competencia ya está jugando fuerte en este rubro, que viene en alza.
Pietro Beccari, CEO y presidente de Louis Vuitton, lo explicó así en un comunicado: "A través de este nuevo universo, tenemos la oportunidad de acompañar aún más a nuestros clientes en su día a día con propósito y placer, a la vez que seguimos celebrando nuestra creatividad y legado".
Además, el negocio de la belleza suele ser más rentable que el de la moda, tanto por los márgenes como por las ventas recurrentes. No es un detalle menor. Según datos de Statista, se estima que el mercado global de productos de belleza y cuidado personal generará ingresos por US$ 677.190 millones en 2025, con un crecimiento anual del 3,37 % entre 2025 y 2030.
Para Louis Vuitton, esta movida representa una nueva forma de conectar con sus clientes a través de una propuesta ligada a los viajes, la creatividad y el savoir-faire que define su identidad.
El envase como símbolo de estatus
La nueva línea recargable de Louis Vuitton trae 55 tonos de labiales y bálsamos con acabado mate o satinado (LV Rouge y LV Baume). Las recargas cuestan US$ 160 y US$ 69, respectivamente. También incluye ocho paletas de sombras de ojos (LV Ombres), con un precio de US$ 250 y recargas a US$ 92.
En una charla con la bloguera de belleza británica Jane Cunningham, ella apunta algo que no muchos están destacando: todos los productos son recargables, y eso tiene peso. Aunque la inversión inicial sea alta, para quienes aman el maquillaje representa la posibilidad de tener una pieza bien hecha de Louis Vuitton. Es un objeto de lujo pensado para durar.

Esta jugada no solo responde a una mirada más sustentable, sino que también reafirma la identidad de la marca, que siempre le dio importancia al diseño del envase. De hecho, Louis Vuitton busca que sus productos de belleza funcionen como piezas de colección, conectadas con su historia como fabricante de baúles y objetos de arte. Así, ofrece un estilo de vida que va mucho más allá de la primera compra.
El factor Pat McGrath
Louis Vuitton eligió a Dame Pat McGrath, DBE, como directora creativa de cosméticos para La Beauté Louis Vuitton. El lanzamiento fue el 20 de agosto en China y tendrá una preventa online desde el 25 de agosto. La marca decidió asociarse con una de las maquilladoras más influyentes del mundo, que además lleva más de veinte años trabajando con la maison, a cargo del maquillaje en sus desfiles.
McGrath tiene su propia marca, Pat McGrath Labs, y aporta una mirada afilada sobre la industria desde adentro. En un intercambio por mail, la bloguera Jane Cunningham me contó que en redes sociales ya hay comparaciones entre esta nueva línea de Louis Vuitton y la de McGrath, "al menos en cuanto a color", según sus palabras.
También destaca un punto clave: McGrath conoce muy bien el mercado asiático, lo que explica la elección de fórmulas más suaves y colores sutiles en los bálsamos, sin dejar de lado los tonos intensos. "Creo que enorgulleció a LV con las líneas de labios", sostiene.
El lujo se cruza con la funcionalidad
La funcionalidad y la adaptabilidad siempre fueron parte del ADN de Louis Vuitton. La casa nació en 1854, fundada por Monsieur Louis Vuitton, como un taller de fabricación de baúles. De hecho, su primer nombre fue Louis Vuitton Malletier, que en francés significa "fabricante de baúles Louis Vuitton".
En 1997, cuando Marc Jacobs asumió como director artístico y creó la primera línea de ropa prêt-à-porter, la marca dio un giro audaz. Pasó del lujo vinculado a los viajes a meterse de lleno en el mundo de la alta costura, sin perder sus raíces. Hoy, ese mismo espíritu se mantiene en La Beauté Louis Vuitton, que arranca con una colección acotada pero con potencial para crecer.
Para acompañar el lanzamiento, hay estuches y bolsos pensados para el maquillaje, entre ellos un porta lápiz labial que se puede enganchar al bolso como si fuera un amuleto. Todo en línea con la estética y funcionalidad que la maison lleva en su historia.
Desde la propia Louis Vuitton definen estos productos como "objetos de deseo", y aseguran que cada uno refleja la artesanía, el arte y la visión cultural que caracteriza a la marca. "Al igual que con las piezas más icónicas de la Maison en moda, accesorios y fragancias, cada detalle fue considerado, refinado y perfeccionado", dice la descripción oficial.
Jane Cunningham apunta un matiz clave: el maquillaje plantea un desafío distinto. No se trata solo del diseño o el sello de la marca, sino de fórmulas, tonos y practicidad. A US$ 160 el labial, Vuitton tendrá que demostrar que la calidad del producto está a la altura del envase, si quiere mantenerse firme en un mercado de cosmética de lujo que ya está lleno de competidores.
En la misma línea opina Lorna Andrews, emprendedora británica y fundadora de 98Beauty. Por correo electrónico me dijo que Louis Vuitton representa como nadie la esencia del lujo y la aventura, pero que su verdadera fortaleza está en la funcionalidad: "Cada producto ofrece belleza y artesanía, además de ser práctico y útil". También cree que esta nueva línea va a permitir que más gente se conecte con esa sensación de calidad, algo que —según ella— su clientela valora muchísimo.
Una apuesta estratégica
Así como en 2023 Pharrell Williams se sumó como director creativo de la línea masculina, la colaboración con Dame Pat McGrath busca lo mismo: reforzar la credibilidad de Louis Vuitton y mantenerla en el centro de la cultura pop.
Quienes compren productos de La Beauté Louis Vuitton no solo estarán llevando un cosmético de lujo, sino una marca con historia, exclusividad y orgullo por su legado. Es, en cierta forma, una manera de tener un pedacito de la historia de la maison.
Desde la marca dicen que este nuevo oficio va más allá de lo tangible y que apunta a dejar huella en el mundo de la belleza. Habrá que ver si el público decide sumarse al universo de LV también desde el maquillaje.
Con información de Forbes US