Forbes Uruguay
Alex Bouaziz, cofundador y director ejecutivo de Deel
Millonarios

Una ronda de US$ 300 millones hizo que Deel supere a su mayor rival y enriquezca a sus fundadores con US$ 500 millones cada uno

Matt Durot

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La nueva inversión catapultó la valuación de la empresa y reavivó la competencia con Rippling, en medio de un cruce judicial cargado de acusaciones por robo de datos y espionaje. Mientras tanto, los fundadores de Deel engrosan su fortuna sin ocultar su ambición por seguir creciendo, incluso en tribunales.

22 Octubre de 2025 14.57

Deel, que se enfrentó con Rippling en una serie de demandas cruzadas por espionaje corporativo a comienzos de este año, sigue activa en el mercado privado y anunció una recaudación de US$ 300 millones de parte de Ribbit Capital, Coatue y Andreessen Horowitz. Con esta inyección, la empresa alcanzó una valuación de US$ 17.300 millones, lo que la convirtió en la más valiosa del sector por encima de Rippling, algo que no ocurría desde 2022. 

La operación también impulsó la fortuna de los cofundadores de Deel, Alex Bouaziz y Shuo Wang, en US$ 500 millones para cada uno. Sin embargo, el título de mayor fortuna dentro de esta competencia queda en manos de Parker Conrad, cofundador de Rippling, quien mantiene una participación más grande en su compañía. Según estimaciones de Forbes, su patrimonio supera los US$ 1.000 millones.

Según Alex Bouaziz, director ejecutivo de Deel, el acuerdo no guarda relación con la rivalidad ni con los costos legales. "No pensamos en Rippling en absoluto", aseguró, a pesar de estar involucrado activamente en una disputa judicial con ese competidor. Bouaziz contó que Ribbit y Coatue —esta última también invierte en Rippling— se contactaron con Deel hace un par de semanas para proponerle una ronda de financiación, que se cerró en poco tiempo. 

El ejecutivo proyecta que Deel tendrá ganancias de entre US$ 170 millones y US$ 200 millones en 2025. Además, señaló que destinarán los nuevos fondos a concretar adquisiciones, mejorar su software interno de nóminas y servicios bancarios, e invertir en inteligencia artificial. Una fuente cercana a la empresa le dijo a Forbes que Deel tiene actualmente unos US$ 800 millones en efectivo disponibles en el banco.

"Incluso podríamos haber conseguido una valoración más alta", dijo Bouaziz. "Tres inversores muy sólidos, un buen precio para la empresa... y nuestro perfil de rentabilidad nos permite hacer mucho más desde la perspectiva de adquisiciones. Además, el capital fresco nunca viene mal, ¿no?"

Bouaziz y Shuo Wang, director de ingresos de Deel, tienen ahora un patrimonio estimado en US$ 2.000 millones cada uno, gracias a su participación del 12% en la empresa que cofundaron en 2019, luego de conocerse como estudiantes del MIT. La cifra representa un aumento respecto a los US$ 1.500 millones que cada uno tenía, según una venta secundaria de acciones en marzo, que había valorado a Deel en US$ 12.600 millones.

Mientras tanto, Parker Conrad, CEO de Rippling, cuenta con una fortuna estimada en US$ 3.400 millones, gracias a su participación del 20% en la empresa que cofundó en 2016. Lo hizo luego de renunciar bajo presión a Zenefits —otra startup de software de recursos humanos que también había fundado— en medio de investigaciones por la venta de pólizas de seguro sin licencia. Rippling recaudó US$ 450 millones en su última ronda de financiación, realizada en mayo, que llevó la valuación de la compañía a US$ 16.800 millones, frente a los US$ 13.500 millones del año anterior. Esa operación elevó la fortuna de Conrad en alrededor de US$ 600 millones.

La operación también incrementó el patrimonio neto de Prasanna Sankar, cofundador y exdirector de tecnología de Rippling, en US$ 200 millones, hasta alcanzar una cifra estimada en US$ 1.500 millones. Forbes calcula que Sankar, quien fue director de ingeniería de Zenefits bajo el mando de Conrad, todavía tiene una participación del 9% en Rippling. 

Dejó la empresa en 2020 y en 2023 lanzó lo que describe como una red social descentralizada para entusiastas de las criptomonedas, llamada 0xPPL. Sankar, actualmente en proceso de divorcio, le dijo a Forbes que ya no tiene acciones en Rippling, ya que las vendió a lo largo de los años. Sin embargo, una fuente cercana a la empresa aseguró que las participaciones se transfirieron a fideicomisos vinculados a él.

La última vez que la valuación de Deel superó a la de Rippling fue en mayo de 2022, cuando más que duplicó su valuación: pasó de US$ 5.500 millones en octubre de 2021 a US$ 12.000 millones. En ese momento, Rippling valía US$ 11.300 millones. En abril de 2024, esta última aumentó su valuación a US$ 13.500 millones.

Deel parece mostrar mejores resultados financieros, aunque eso todavía no se refleja del todo en su valuación. Tiene ingresos superiores —más de US$ 1.000 millones frente a los US$ 570 millones estimados de Rippling— y es rentable, mientras que Forbes estima que Rippling sigue operando con pérdidas. En mayo, Parker Conrad le dijo a CNBC que su empresa no está enfocada en alcanzar la rentabilidad ni en salir a bolsa a corto plazo, ya que sigue priorizando el crecimiento.

Bouaziz, en cambio, sostuvo que la salida a la bolsa sigue en sus planes, aunque no descarta otra ronda de financiación privada antes. De hecho, podría haber más novedades respecto a la reciente recaudación: Deel autorizó la emisión de US$ 650 millones en acciones, y Bouaziz describió los US$ 300 millones obtenidos hasta ahora como solo el primer cierre.

Las últimas rondas de financiación enriquecieron a sus cofundadores, pero una parte importante de ese capital podría terminar destinándose al pago de honorarios legales si el conflicto entre ambas compañías se prolonga. Las demandas están en manos de algunos de los estudios jurídicos más poderosos y costosos del país. Deel y Rippling mantienen un enfrentamiento público desde hace años. Se acusan en publicaciones de blogs y compiten por clientes con mensajes agresivos en foros como Reddit. La tensión escaló cuando Rippling demandó a Deel en marzo y la empresa respondió con una contrademanda un mes después.

Rippling acusó a Deel de haber "contratado a un espía para robar sistemáticamente la información empresarial y los secretos comerciales más sensibles de Rippling", en una supuesta violación a la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por el Crimen Organizado (RICO, por sus siglas en inglés). El vocero de Rippling, Bobby Whithorne, escribió a Forbes: "Alex dirigía y recibía personalmente, varias veces al día, descargas robadas de nuestras listas de clientes, nuestra hoja de ruta de productos y otros secretos comerciales. Cuando el espía al que pagaba no respondía durante un día, Alex le avisaba por WhatsApp para que mantuviera el flujo de información. Esto roza la obsesión, lo que condujo al robo delictivo".

En su propia demanda, Deel sostuvo que "ya no tolerará la conducta ilegal, anticompetitiva y difamatoria de Rippling". Acusó a la empresa rival de violar la Ley de Prácticas Comerciales Engañosas y la responsabilizó de difamación y calumnia comercial. Según Deel, Rippling habría utilizado a un impostor para ingresar sin autorización a sus sistemas y robar información, con el objetivo de crear productos imitadores. 

Ambos casos se tramitan en el ámbito civil y giran, en su mayoría, en torno a posibles daños económicos. Deel, por ejemplo, reclama "cientos de millones de dólares" en oportunidades comerciales que asegura haber perdido. Hasta el momento, no se presentaron cargos penales contra ninguna de las dos compañías, aunque no se descarta una intervención del Departamento de Justicia. Whithorne, de Rippling, afirmó que la demanda presentada por Deel contiene "afirmaciones falsas", mientras que Bouaziz calificó la acusación en su contra como "frívola".

Las disputas legales siguen su curso y ambas compañías publican actualizaciones en sus sitios web. En el caso Deel contra Rippling, Deel argumentó recientemente que el estudio Quinn Emanuel —y su reconocido abogado Alex Spiro— no debería representar a Rippling, ya que en 2023 Deel había consultado con ese mismo bufete y compartido información confidencial mientras evaluaba iniciar una demanda por separado contra su competidor. En el caso Rippling contra Deel, hay una audiencia programada para diciembre en la que se discutirán las primeras impugnaciones a la demanda presentada por Rippling.

"No me preocupa demasiado", dijo uno de los primeros inversores de Deel, quien interpretó la última recaudación de fondos como una forma de enviar "las señales correctas" antes de una posible salida a la bolsa. "Deel y Rippling son competidores feroces. Es difícil saber qué está pasando realmente entre bastidores", agregó.

Bouaziz también aseguró que no está preocupado, aunque evitó dar detalles sobre el litigio. "Ganamos en el mercado y también en los tribunales", afirmó.

Más allá de quién se imponga, en un momento en que el capital de riesgo concentra su atención en startups de inteligencia artificial, las últimas rondas de financiación de Rippling y Deel demuestran que el interés por el software de recursos humanos sigue firme, incluso si una parte de los beneficios termina en manos de los abogados.

Nota publicada por Forbes US

 

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