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Jamie Dimon
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El CEO de JP Morgan pronosticó un "crack" del mercado de deuda que sacudiría la economía global

Peter Cohan

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El miedo a que la deuda de Estados Unidos se descontrole llevó al número del banco más grande del mundo, Jamie Dimon, a pronosticar una crisis de los bonos.

3 Junio de 2025 11.29

El miedo a que la deuda de Estados Unidos se descontrole llevó al CEO de JPMorgan, Jamie Dimon, a advertir sobre una posible crisis en el mercado de bonos, según publicó el Wall Street Journal. "Van a ver una crisis en el mercado de bonos, ¿de acuerdo?", dijo Dimon durante una entrevista el 30 de mayo en el Foro Económico Nacional Reagan, en California. "Va a suceder", enfatizó.

Su advertencia dejó muchas preguntas en el aire:

  • ¿Qué significa un derrumbe en el mercado de bonos y por qué Dimon cree que está por venir?
  • ¿Se cumplirá su predicción?
  • ¿Hay forma de que los inversores resguarden sus carteras ante un derrumbe de este tipo?

Acá van algunas respuestas rápidas: una crisis en el mercado de bonos implica una caída brusca en sus precios, lo que dispara la demanda de liquidez a niveles que superan la capacidad de los bancos para abastecerla.

Para defender su pronóstico —que, según él, podría cumplirse dentro de seis meses o en seis años—, Dimon mencionó que el déficit presupuestario de Estados Unidos crecería en US$ 2,7 billones para 2035 si se aprueba la ley fiscal recientemente votada en la Cámara de Representantes, según publicó el Wall Street Journal.

Dimon podría no estar tan equivocado. Con una deuda nacional que ya alcanza los US$ 36 billones, la posibilidad de que esa legislación se convierta en ley llevó a Moody's a quitarle a Estados Unidos su calificación AAA. Además, generó un interés muy bajo en la subasta de bonos del Tesoro a 10 años que se hizo en mayo, como señalé en una nota de Forbes el mes pasado.

La incertidumbre sobre el momento en que podría darse un quiebre refleja lo imprevisible que suelen ser las crisis financieras. "Hablamos de puntos de inflexión psicológicos", le dijo Daleep Singh, economista jefe de la gestora de activos PGIM, al New York Times. "Nadie puede confiar demasiado en lo cerca que estamos de esos puntos de inflexión cuando, de repente, el impulso cobra vida propia", sostuvo.

Una ruptura en el mercado de bonos no es inevitable. Las proyecciones de crecimiento económico moderado, una inflación contenida y expectativas de rendimientos estables para los bonos a 10 años hacen pensar que el mercado podría mostrar resistencia.

Jamie Dimon, presidente de JPMorgan Chase
Jamie Dimon, presidente de JPMorgan Chase

Aun así, los inversores pueden tomar recaudos frente al escenario que plantea Dimon. Una opción es reducir la exposición a deuda de largo plazo, mover parte de los fondos hacia bonos del Tesoro de corto plazo y considerar acciones de empresas de servicios financieros o del sector energético, que suelen beneficiarse con tasas más altas.

¿Qué es un crack en el mercado de bonos?

Un crack en el mercado de bonos es una posible disrupción fuerte del funcionamiento habitual de ese mercado, donde la liquidez —es decir, la facilidad para comprar y vender bonos— puede desaparecer de golpe. Cuando eso pasa, las instituciones financieras que operan bonos no logran absorber el volumen de transacciones, lo que genera desplomes en los precios, sobre todo en los bonos de largo plazo que son más sensibles a los movimientos de las tasas de interés.

Este tipo de sacudones pueden dispararse por políticas fiscales insostenibles, subas abruptas de tasas o un cambio repentino en la confianza de los inversores. Algo parecido ocurrió en 1994, durante lo que se conoció como "la gran masacre de los bonos".

Ese año, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, prácticamente duplicó la tasa de interés a corto plazo para pinchar lo que consideraba una burbuja en el mercado de bonos. Para septiembre de 1994, la peor caída en la historia de ese mercado ya había borrado US$ 600.000 millones en valor, según publicó Fortune.

El uso excesivo de apalancamiento fue clave en esa masacre. El tamaño del mercado global de bonos, el auge de los derivados y la velocidad con la que se operaba también empujaron al estallido. Pero lo que realmente agravó las pérdidas fue el desplome de las operaciones apalancadas, que se financiaban con apenas uno o dos centavos por dólar propio y el resto con plata prestada de bancos y corredores. Cuando los precios de los bonos empezaron a caer, las pérdidas se multiplicaron, explicó Fortune

¿Tiene razón Dimon? La evidencia a favor y en contra

Es posible que Dimon tenga razón. Su predicción está respaldada por varios indicios, aunque también existen factores que le restan fuerza. Además del problema del endeudamiento excesivo, Dimon señaló otras señales de alerta para el mercado de bonos.

Una de ellas tiene que ver con los límites que impuso la regulación bancaria después de la crisis financiera de 2008. Según explicó —citado por el Wall Street Journal—, esas reglas reducen la capacidad de los bancos para mantener bonos en sus balances, lo que les quita margen para aportar liquidez si el mercado entra en crisis.

El aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro, que ya superan el 5% —el nivel más alto desde 2007, según Bloomberg—, muestra que los inversores están llegando al límite de su tolerancia frente al endeudamiento. A eso se suman los diferenciales de crédito muy ajustados. A fines de febrero, el diferencial ajustado por opciones del índice Bloomberg High Yield frente a los bonos del Tesoro estaba en 2,56%, un nivel que también se había visto pocos meses antes de la crisis financiera global, según datos de CME Group. Esto indica que el mercado podría estar subestimando el riesgo de impago en una economía que muestra señales de fragilidad.

Sin embargo, hay factores que juegan en contra del pronóstico de Dimon. Algunos datos económicos actuales apuntan a una situación más estable. Se espera un crecimiento del 2,4% para este trimestre y una inflación por debajo del 3%, según estimaciones del Conference Board. Esos números alejan, por ahora, el escenario de una crisis inmediata en el mercado de bonos.

Además, algunos analistas prevén que los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años se moverán dentro de un rango entre 3,5% y 5%, según estimaron Dominic Pappalardo, de Morningstar, y John Flahive, de BNY Mellon Wealth Management.

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Aunque esos pronósticos se hicieron hace varios meses y tal vez no reflejan cambios recientes en la política económica, el hecho de que el rango sea acotado —sumado a los recortes de tasas que planea la Reserva Federal— podría amortiguar una caída fuerte en el mercado de bonos. Eso sí, si los nuevos aranceles impulsan la inflación, los recortes podrían postergarse, según advirtió el New York Times.

¿Cómo proteger tu cartera ante un posible crack en el mercado de bonos?

Una forma de cubrirse es mover el capital fuera de los bonos basura y los de larga duración, y orientarse hacia bonos de corto plazo, bonos corporativos de mejor calidad y acciones de sectores que suelen beneficiarse cuando suben las tasas, como los servicios financieros o los servicios públicos.

¿Por qué conviene alejarse de los bonos de largo plazo y los de baja calidad? Porque los de larga duración pierden mucho valor cuando suben las tasas. Por ejemplo, si el rendimiento sube un punto porcentual, el valor de los bonos del Tesoro a 30 años puede caer más de 15%, según AIInvest.

En cuanto a los bonos basura con calificación CCC, el riesgo es aún mayor. S&P Global estima que el riesgo de impago en esos papeles llegará al 28,6% este año. Por eso, salir de esa clase de deuda puede ser clave para proteger tu cartera.

Los bonos de corto plazo ganan cada vez más terreno. "Hay mucha preocupación y volatilidad, pero a corto y mediano plazo vemos menos sacudones y rendimientos estables", dijo Joanna Gallegos, directora ejecutiva de BondBloxx —una firma de ETF de bonos— en declaraciones a CNBC.

Warren Buffett parece pensar lo mismo. ¿Cómo se nota? Berkshire Hathaway duplicó su posición en letras del Tesoro y ya posee el 5% de todos los bonos del Tesoro a corto plazo, según un informe reciente de JPMorgan publicado también en CNBC.

Si preferís invertir en acciones, hay sectores que se ven favorecidos por curvas de rendimiento más empinadas y tasas más altas. Entre ellos están los bancos, como JPMorgan, y compañías de servicios públicos como NextEra Energy. Además, según Fidelity Investments, el índice S&P 500 Financial Select Sector suele rendir mejor en contextos de suba de tasas.

 

*Con información de Forbes US.

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