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Keller
Negocios

Empezaron con un "sótano cervecero" frente al Obelisco, abrieron locales y ahora se preparan para desembarcar en Uruguay

Laura Mafud

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Con tres locales propios y una facturación de $ 320 millones, los socios de Keller avanzan en su cuarta apertura, planifican la expansión internacional y analizan crecer en el interior a través del sistema de franchising.

02 Julio de 2023 14.12

Para 2018, los locales dedicados a la venta de cerveza artesanal en la Argentina ganaban terreno. Por ese entonces, en el país había unas 600 microcervecerías, de acuerdo a un informe de la Cámara de Cerveceros Artesanales de Argentina y, solo en la provincia de Buenos Aires, el crecimiento anual de nuevas fábricas durante 2017 había sido del 25%. Con este marco de fondo, Diego Gustavo Falcón, Pablo Monticelli y Sebastián Rodrigues Fernandes entendieron que era el momento indicado para apostar a su nuevo emprendimiento y lanzaron Keller, una empresa gastronómica con producción propia de alimentos. 

Con una inversión inicial de US$ 200.000, Keller Bier abrió sus puertas aquel año de la mano de un primer local (como hace referencia su nombre en alemán, "sótano cervecero") ubicado frente al Obelisco. Entre los tres se complementaron perfectamente: Falcón, gastronómico de toda la vida y creador de la marca Simoqueña (pizza y empandas) que llegó a abastecer más de 40 negocios, sumó conocimiento en todas las áreas para poder dirigir los locales actuales. 

Por su parte, Monticelli, que es contador, fue el encargado de las finanzas de los negocios. Había iniciado sus primeros pasos en el rubro en 2008, con un pequeño bar en Barrio Norte que cerró sus puertas en 2017 para asociarse con Falcón y lanzar, un año después Keller. Juntos fueron dueños anteriormente de un pizza libre. Y actualmente también acaban de sacar la marca Empanazas y Pizzazas

Rodrigues Fernandes, en tanto, aportó su conocimiento y experiencia para diseñar la imagen de marca de Keller. 

Keller
 

“La idea de lanzar Keller surgió en el momento que fue el boom de las cervecerías; analizamos el mercado, decidimos cerrar el pizza libre y abrir Keller Bier, viendo que era un negocio mucho más rentable. Pero no queríamos ser lo mismo que el resto de los bares, es por eso que decidimos darle un estilo bodegón con platos bien abundantes y de calidad”, recuerdan los socios. En este sentido, la propuesta ofrece desde la posibilidad de desayunar, almorzar, merendar, cenar o simplemente pasar a tomar algo, con una amplia carta, tanto de comida como de tragos. 

El segundo local, Keller Serrano (ubicado a metros de la Plaza Julio Cortázar, en Palermo), cortó cintas en 2019, mientras que Keller Vía Viva (en Echeverria, esquina Virrey Vertiz) abrió sus puertas a mediados de 2022. "El año pasado fue, sin dudas, un año de amplio crecimiento, saliendo de lo que fue el duro golpe de la pandemia, volver a trabajar con normalidad potenció fuertemente la marca, dando la posibilidad de abrir el tercer Keller", comparten los socios al frente del emprendimiento gastronómico que hoy emplea a 80 personas y que cerró 2022 con una facturación de $ 320 millones.

"Anteriormente, la mayor parte de la producción se realizaba en los locales, a excepción de las pizzas y
empanadas que se hacían en una fábrica. Este año, para lograr una mejor estandarización del producto se comenzó a producir la mayor parte en la fábrica (San Martin) y se distribuye a las tres sucursales, la distribución también es propia. Además, de esta forma podemos controlar mucho mejor el costo del producto y modificarlo según las necesidades que nosotros queramos según nuestro análisis de los clientes", agregan.

Keller
 

Actualmente, Keller produce unos 30.000 medallones de carne, 10.000 milanesas, 8.000 prepizzas y
20.000 empanadas. Para este año, los socios tienen previsto abrir un cuarto punto de venta, y que estará en Zona Norte, expandir la marca a Uruguay (con la posible apertura de un local gastronómico en Montevideo) y esperan crecer 20% en su facturación (in considerar la inflación ni la apertura del nuevo local), debido al turismo y al reconocimiento de la marca. 

También estamos en vías de comenzar a producir nuestra propia cerveza, nuestros propios panes y también sumar elaboración de pastelería y panadería dulce. Para esto estamos en medio de negociaciones para mudarnos a una fábrica más grande, con más equipamiento, amasadoras, hornos rotativos, fermentadoras, 11 cámaras de frío, etc. Con todo esto, esperamos también aumentar la producción drásticamente reduciendo costos”, sostienen. 

El foco a mediano y largo plazo está puesto en la expansión y el crecimiento. Con la nueva fábrica, adelantan los socios, paso siguiente sería comenzar a franquiciar la marca, lo que ayudaría a Keller a tener presencia en otros puntos del país.

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