El mercado automotor sudamericano atraviesa un momento particular y Uruguay no es la excepción. Jeep, la marca del grupo Stellantis cerró un año de alto dinamismo, impulsado por el buen rendimiento de su portafolio regional y por el lanzamiento del Avenger, el primer modelo eléctrico de Jeep para esta parte del mundo. La noticia de que en 2026 comenzará a producirse en Brasil reforzó la apuesta de la compañía por un mercado que crece y se transforma con velocidad.
En el marco de un nuevo lanzamiento regional llevado adelante en la localidad brasileña de Campos do Jordao, en el estado de San Pablo, al que fue invitado Forbes Uruguay, Rafael Pires, brand manager de Jeep para Sudamérica, explicó que la marca terminó el año con una performance muy sólida.
La llegada del Avenger, presentada en los principales mercados de la región, se convirtió en uno de los hitos del período. A eso se suma el cumplimiento de los objetivos de ventas en Renegade, Compass y Commander, tres modelos que sostienen una porción significativa del negocio regional.
Mercado uruguayo y algunos números en la región
En Uruguay, la entrada del Avenger eléctrico marcó un punto de inflexión. No compite todavía en los segmentos de mayor volumen, pero superó las proyecciones iniciales y abrió una nueva etapa para la marca.
En paralelo, la gama tradicional continúa con buenos resultados. Renegade mantiene un rol relevante en su categoría, Compass afirma su presencia y Commander crece entre quienes buscan espacio, tecnología y confort. Wrangler permanece firme en su nicho premium y se espera otro movimiento importante, con el regreso del Grand Cherokee, un modelo con mucho peso para los clientes de la región.
El volumen regional acompaña estas señales de avance. Desde 2014, Jeep comercializó alrededor de 1.400.000 unidades en Sudamérica. En un año considerado equilibrado, el mercado absorbe entre 130.000 y 140.000 vehículos de la marca. Brasil concentra la mayor parte del movimiento comercial y Argentina ocupa el segundo lugar, seguida por Colombia, Perú, Uruguay y otros países que, en conjunto, completan el total regional. La decisión de producir Avenger en Brasil apunta justamente a afianzar un hub sudamericano capaz de abastecer a los mercados donde la electrificación empieza a tomar forma.
El mapa competitivo cambia con fuerza. En Uruguay, se estima que podrían instalarse más de 30 nuevas marcas en los próximos años, con un peso significativo del origen chino. Frente a ese escenario, Pires sostuvo que Jeep debe apoyarse en aquello que la distingue desde hace décadas.
"Hacemos SUV desde 1941 y el año que viene cumplimos 85 años. Cuando la gente ve un SUV muchas veces piensa en Jeep. Esa conexión no se puede inventar de un día para el otro".
Además explicó que también existe una dimensión cultural que alimenta ese vínculo, con apariciones constantes en videojuegos, películas y otros espacios donde la marca refuerza su estética y su narrativa. Para Pires, la prueba está en la calle, cuando encuentra personas que visten prendas con el logo Jeep y transmiten orgullo por la marca.
Cuánto lleva crear un nuevo auto y cómo se le pone precio
El desarrollo de un nuevo Jeep comienza siempre con la observación del cliente. Pires remarca que este enfoque es uno de los valores centrales dentro de Stellantis. La compañía realiza estudios de mercado, encuestas y análisis de tendencias que luego guían el trabajo combinado de diseño e ingeniería. Un vehículo completamente nuevo puede llevar varios años de desarrollo, mientras que un rediseño puede requerir entre uno y dos años dependiendo de la complejidad.
Las diferencias en materia de impuestos y cargas fiscales entre los distintos países hacen que la fijación de precios para un vehículo requiera calibraciones precisas. Stellantis trabaja con una base común para la región y luego ajusta cada versión según los gravámenes locales, el nivel de equipamiento esperado por los consumidores y la posición de la competencia.
No todos los mercados aceptan el mismo rango de precios, por lo que el análisis determina qué configuración tiene sentido ofrecer en cada lugar. En algunos casos se prioriza una versión más equipada y costosa; en otros, una opción más accesible que permita entrar en el segmento sin perder competitividad.
La lectura que hace sobre el mercado uruguayo es optimista. Después de cuatro años consecutivos de ventas récord, Pires considera que aún existe espacio para crecer. La relación entre vehículos y habitantes en América Latina está por debajo de la que se observa en Europa o Asia, lo que indica que todavía hay margen para ampliar la base de consumidores. La estrategia, afirma, pasa por ofrecer productos que se adapten a lo que cada mercado necesita, especialmente en un país que demuestra interés en nuevas motorizaciones y configuraciones.
Por el momento no hay proyectos de producción o ensamblaje en Uruguay. Stellantis observa oportunidades, pero la operación industrial de la región se concentra en la planta de Pernambuco, donde se fabrican Renegade, Compass y Commander, a lo que se sumará el Avenger.