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Liderazgo

Quién es y cuál es la meta de Jennifer Jones, primera mujer en presidir Rotary International en 117 años

Gabriela Malvasio

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La empresaria canadiense visitó Uruguay y contó qué barreras se propuso derribar para atraer a más personas a la organización.

22 Marzo de 2023 12.03

Los rotarios de Uruguay quedaron impresionados. La primera mujer en presidir la organización en 117 años de historia afrontó con simpatía y sencillez la intensa maratón de eventos, encuentros y selfies. En tres días, la canadiense Jennifer Jones participó de actividades en Maldonado, Colonia y Montevideo. Se reunió con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y fue declarada visitante ilustre por la Intendencia de Montevideo.

Es la fundadora y presidenta de Media Street Productions, una empresa de medios de comunicación con sede en Ontario, Canadá. En el discurso de Jones está presente la necesidad de evolución de esta red de personas motivadas por resolver problemas y abordar las necesidades de sus comunidades.

En un año, a través de Rotary se destinan más de US$ 300 millones a iniciativas de servicio y 47 millones de horas de trabajo voluntario. En la organización, 26% de los miembros son mujeres (fueron admitidas como socias recién en 1989) y se trabaja para llegar a 30% este año. Uruguay, al que se denomina como Distrito 4975, tiene unos 100 clubes rotarios con casi 2.000 socios. 

Fue la primera escala del recorrido de Jones por Latinoamérica, que incluyó Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Brasil. En su pasaje por nuestro país, dialogó con Forbes.

jennifer jones del rotary
Fundadora y presidenta de Media Street Productions, una empresa de medios de comunicación con sede en Ontario, Canadá

En un discurso reciente, señalaste que hay un nuevo espíritu en esta organización que tiene más de 100 años. ¿A qué te referías?

La pandemia nos dio la oportunidad de ver las cosas de manera diferente. Vimos a los líderes hablándonos y transmitiendo desde sus cocinas. Lo que está emergiendo es un tipo diferente de liderazgo, empático, honesto, valiente. Eso es algo que veo que está pasando en nuestra organización, pero además pienso que es lo que el mundo necesita.

¿Les cuesta cambiar el preconcepto de que Rotary es un grupo de ayuda comunitaria ampliamente conformado por hombres mayores?

Tenemos 1,4 millones de miembros alrededor del mundo en más de 200 países y áreas geográficas. El estereotipo al que aludes existe en una escala global, no solo en este país. Espero que el estar mostrando una líder que luce diferente a lo que hemos visto en el pasado, ayudará a derribar barreras, para que la gente diga “si ella puede hacerlo, yo también puedo”. Este mensaje es para los miembros más jóvenes, para mujeres, pero también para hombres; que se vea que somos una organización vibrante y dinámica que ofrece tanto. Sí, hacemos buenas cosas para el mundo, pero además en ese proceso crecemos a nivel personal y logramos mejores habilidades de liderazgo. Esa habilidad de hacer algo por fuera de tu vida vocacional te permite desarrollarte e incorporar luego ese desarrollo en tu vida. Creo que eso no lo hemos promocionado lo suficiente.

Entonces no es solo solidaridad, se obtiene algo a cambio.

Sí. Es una recompensa, un regalo para uno mismo el tener esta experiencia. A partir de ser parte del Rotary, soy una mejor oradora, soy una mejor planificadora, soy mejor miembro de directorio y tantas otras habilidades que incorporé en mi negocio. Es una propuesta ganar-ganar.

¿Cómo trabajan el networking, las redes de contactos?

Por varias décadas, casi que desaprobábamos hablar del aspecto de networking, pero esa es la razón por la que fuimos creados: para contactarnos entre nosotros, para colaborar entre nosotros. Nuestro súper poder, nuestra fortaleza, es que tenemos perspectivas diversas. 

Si solo traes una demografía para resolver problemas, estás mirando a través de un solo lente. Juntamos perspectivas diversas en lo cultural, raza, edad, género. Todo eso genera un tapiz de opiniones y de ideas. Por ejemplo, en estos días, vino uno de los miembros de Chile a los eventos en Uruguay. 

Es uno de los líderes jóvenes que ha puesto más ideas frescas sobre la mesa recientemente que cualquier otro líder en nuestra organización. Tenemos que asegurarnos que los valoramos y los elevamos; que la gente sepa que está bien exponerse y hacer las cosas de manera diferente, que serán escuchados.

jennifer jones del rotary
Jennifer Jones con simpatía y sencillez la intensa maratón de eventos, encuentros y selfies, tres días en Uruguay

Como profesional del mundo de los medios, trajiste a la mesa la importancia de la comunicación a través de las historias. ¿Cómo has trabajado esto?

Cada persona que es parte de nuestra organización tiene una historia que contar acerca de cosas que han hecho, desde una simple historia de algo que hizo en su comunidad que tuvo impacto en sí mismo o en alguien más. 

Hay que encontrar la manera de contarla en una manera compelling (convincente) para que otras personas las escuchen, se identifiquen y quieran unirse a nosotros. Muchas veces, en nuestro negocio, si les proporcionas datos la gente no recuerda, pero si les hablas a sus corazones eso sí que resuena. 

Con honestidad hay que mostrar el impacto que logramos con lo que hacemos. Representa una mejor manera de asegurarse que los socios o donantes van a apoyar lo que estamos haciendo. Se convierte en un mejor caso de negocios.

Como mujer de negocios, ¿por qué decidiste ser presidenta de Rotary y qué implicó tomar el cargo?

Es un trabajo full time, por el término de un año, pero en la práctica mi esposo y yo nos mudamos al área de Chicago por dos años. Él se tomó dos años de licencia de su práctica médica. 

Para mí, la razón fue que quería la oportunidad de abrir puertas para que otros se vean a sí mismos y a la organización de forma un poco diferente. Quería ser capaz de utilizar mis habilidades profesionales para ello. Una de las principales maneras en que lo estoy llevando adelante es a través de lo que llamé Global Impact Tour. 

Convocamos a influencers de las redes sociales y a periodistas a que nos ayuden a contar las historias y las acciones de gran impacto que hacen nuestros miembros. No se trata de lo que yo hago, sino de lo que ellos hacen. Se trata de elevar estas historias. Hablás mucho del cuidado de las personas como una manera de que se sientan más contenidas.

También de salud mental. ¿Por qué abordas esas temáticas?

Una de las razones es que no tenemos problemas con que la gente se una a la organización; tenemos problemas con que las personas se queden. Lo que realmente estoy intentando es poner el foco en la habilidad de crear una experiencia cálida e inclusiva a partir de la cual las personas sientan pertenencia. 

Pueden participar de una reunión, de un almuerzo o una cena, pero que alguien venga no quiere decir que sienta una conexión. Si esa conexión personal no sucede es verdaderamente fácil no regresar.

¿Y en materia de salud mental?

Es una cuestión en la que está poniendo el foco nuestro presidente electo, que me reemplazará el 1º de julio. Hace dos semanas, en un encuentro con un grupo de líderes, compartió una historia muy personal acerca del suicidio de su hermano. 

Fue increíble ver cuán profundamente resonó en la reunión. Otras personas comenzaron a hablar y compartir historias. En mi más reciente discurso hablé acerca de mi propia experiencia con la ansiedad y cómo superarla. Cada uno en su vida tiene sus propias batallas en materia de salud mental. Humanizar y quitar el estigma es muy poderoso. Pienso que la pandemia nos brindó esta posibilidad.

Imagenes: Virginia Zabaleta

*Este artículo fue publicado en Forbes Uruguay del mes de Febrero.
 

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