Peñarol y la marca de indumentaria deportiva alemana Puma sellaron un nuevo capítulo en una relación que comenzó en 2006 bajo la presidencia de José Pedro Damiani y que tuvo renovaciones en 2015 y nuevamente en 2021, ya durante la gestión de Ignacio Ruglio. Ahora, en la previa de las dos finales clásicas que definirán el campeón uruguayo 2025, el club confirmó un acuerdo que extiende el vínculo hasta 2030 y que, según su presidente, es un negocio sin precedentes para la institución.
Según explicó Ruglio a Forbes Uruguay, el nuevo contrato, cuyas condiciones se aplican retroactivamente desde el momento de la firma en 2025, mejora sustancialmente los ingresos fijos para el club, aumenta la entrega de prendas e incorpora un esquema de premios más amplio por logros deportivos, que incluye avances en copas internacionales y la conquista del Campeonato Uruguayo.
Las cifras exactas permanecen bajo confidencialidad, pero el club afirma que el monto cuadruplica lo que se recibía al inicio de la actual administración y duplica la renegociación realizada en 2022.
La negociación estuvo liderada por el vicepresidente Eduardo Zaindesztat y fue aprobada por unanimidad del Consejo Directivo, un hecho que Ruglio destacó especialmente por el respaldo político interno que supone.
Según el presidente, la marca justificó la mejora en el crecimiento sostenido de las ventas de indumentaria en 2024 y 2025, impulsado por la estabilidad deportiva y la retención de futbolistas que elevaron el interés comercial del equipo, como son los casos de Leonardo Fernández, Matías Arezzo y Maximiliano Silvera.
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Ruglio remarcó que los recursos adicionales se destinarán íntegramente al fortalecimiento deportivo del club, priorizando ingresos genuinos sin recurrir a un mayor endeudamiento. Además, subrayó el crecimiento del canal online, que hoy permite a Peñarol enviar camisetas "a cualquier parte del mundo".
Con esta renovación, la relación de Peñarol con Puma llegará a los 24 años ininterrumpidos para el año 2030.
