Kia Uruguay se prepara para un 2026 que, en palabras de su gerente general Martín Oyarzún, debería marcar un salto histórico para la marca: duplicar su facturación frente a los niveles actuales. La meta se apoya en un rediseño profundo del portafolio, la introducción de nuevos modelos eléctricos y la ampliación de la red comercial, pero también en una carta de impacto industrial, con la posibilidad de fabricar la nueva pickup Tasman en la planta de Nordex, un proyecto que ya está en evaluación técnica junto a Grupo Gandini y Kia global.
El contexto es oportuno para la marca. En 2025, Kia celebra 30 años de presencia en Uruguay y Grupo Gandini, representante exclusivo de la marca para el país, cumple 15 años produciendo el utilitario Bongo en Nordex, un modelo del que ya salieron más de 46.000 unidades, con cerca del 95% destinado a Brasil. En paralelo, Uruguay atraviesa un ciclo de adopción acelerada de vehículos eléctricos y, según Oyarzún, la participación de 0 km 100% eléctricos alcanzará alrededor del 20% en 2025. Kia quiere capitalizar ese escenario.
Más modelos, más versiones y puerta de entrada a menos de US$ 20.000
El plan de crecimiento comercial prevé pasar de siete a 14 modelos, y de 11 a 22 versiones, entre eléctricos, híbridos, nafteros y utilitarios. La ampliación del catálogo apunta a cubrir franjas de precio y segmentos hoy desatendidos, incluida la vuelta de un modelo de entrada por debajo de los US$ 20.000, el Soluto. Así, la compañía proyecta un incremento sustancial en sus ventas totales, impulsado por mayor volumen y un abanico más amplio de tecnologías.
Uno de los ejes centrales de la estrategia es la electrificación. En 2025, Kia introdujo el EV5 y el EV3 (auto del año 2025 en el Salón del automóvil de Nueva York), este último destacado por autonomías reales superiores incluso a las declaradas por fábrica y cercanas a los 600 kilómetros en pruebas locales. También se sumó al portfolio Carnival híbrida, Niro híbrido y, adelantó, pronto se lanzará en el mercado uruguayo la versión híbrida de Sportage y también de Sorento.
Por otro lado, las plataformas PBV (parte de la nueva generación eléctrica de la marca) también aparecen en la hoja de ruta. En latinoamérica ya se lanzó la PV5, una van eléctrica con más de 600 kilómetros de autonomía y configuraciones que van desde cinco hasta 11 pasajeros, además de versiones furgón con distintas longitudes y capacidades de carga y se espera que también llegue a Uruguay.
Además, este año la marca coreana entró al segmento de pick up con Tasman. Según adelantó el gerente general para Uruguay, evaluan la posibilidad de traerla en sus versiones nafta, diesel y también una opción 100% eléctrica. Esperan que el portfolio de 14 modelos y 22 versiones esté completo en Uruguay para marzo de 2026.
Oyarzún asegura que la autonomía se volvió un criterio decisivo para consumidores que buscan un vehículo eléctrico pero no quieren depender de tiempos de carga intermedios, especialmente fuera de Montevideo. Para reforzar esa propuesta, Kia avanza en alianzas para infraestructura de carga en clubes, edificios y hoteles.
La expansión también incluye presencia física. La marca inaugurará un nuevo concesionario integral en Punta del Este y prevé avanzar hacia el interior en 2026. El gerente general sostiene que el crecimiento debe acompañarse de una posventa sólida, especialmente en un mercado donde las marcas nuevas han elevado la competencia y donde muchos consumidores (en particular los de utilitarios) miden la eficacia del servicio técnico casi tanto como el precio.
¿Fabricación de más modelos en Uruguay?
En ese escenario surge el capítulo industrial. La posibilidad de producir la pickup Tasman en Uruguay es hoy una alternativa concreta, aunque todavía no está cerrada. La planta de Nordex ya recibió visitas técnicas y está en evaluación la factibilidad de ensamblar no solo la pickup, sino también futuros utilitarios de la familia PBV.
La decisión, explica Oyarzún, depende de la factibilidad técnica en Nordex, la rentabilidad del producto y el volumen mínimo que exige Kia global para habilitar producción fuera de Corea. La experiencia con el Bongo, sumada al laboratorio de certificación de Grupo Gandini en Brasil (operativo las 24 horas), juega a favor de un ecosistema industrial probado, pero la resolución final requiere la coincidencia de todos los actores.
Mientras estas conversaciones avanzan, Bongo es una pieza clave del negocio. Hoy tiene una posición dominante en el segmento que responde a la robustez del modelo, su capacidad de carga, la disponibilidad de repuestos y la tranquilidad que ofrece a quienes viven del vehículo.
En un mercado donde las marcas chinas ganaron presencia en utilitarios eléctricos y en pickups medianas, Oyarzún reconoce que la competencia se volvió más agresiva, aunque sostiene que la permanencia en el mercado y la solidez de la red de servicio son elementos diferenciadores para muchas empresas. Según su visión, el mercado hará un "ajuste natural", algunas firmas consolidarán red comercial, posventa y abastecimiento de repuestos, mientras que otras desaparecerán por falta de escala o de respaldo regional.
El objetivo de duplicar la facturación sintetiza el momento de la marca. Un portafolio que crece, una estrategia eléctrica más amplia, nuevos puntos de venta y un potencial salto industrial si Kia global autoriza la producción de la Tasman o de otros modelos. Lindo año le espera al Grupo Gandini en Uruguay.
