Forbes Uruguay
donald trump y xi jinping encuentro china ee.uu.
Money

Trump reaviva la guerra comercial con China: amenaza con un arancel extra del 100% y los mercados globales tiemblan

Juan Romero

Share

El presidente estadounidense anunció nuevas tarifas y controles de exportación contra Pekín tras la decisión china de restringir minerales raros. Los mercados reaccionaron con caídas abruptas y los analistas temen otro capítulo de tensión económica entre las dos mayores potencias del mundo.

11 Octubre de 2025 10.02

La tensión ya parece crónica, los mercados no se acostumbran a la alta fluctuación. El presidente estadounidense y el mandatario chino no se dan tregua, ahora Donald Trump volvió a encender las alarmas en los mercados globales que sufrieron con fuertes bajas en sus activos. 

El presidente de Estados Unidos anunció que impondrá un arancel adicional del 100% sobre las importaciones chinas y nuevos controles de exportación para "prácticamente todos los productos que fabrican" y "todo software crítico". La medida, que podría entrar en vigor el 1 de noviembre o antes , responde al paquete de restricciones que China presentó esta semana sobre la exportación de tierras raras y minerales estratégicos.

"China ha tomado una posición extraordinariamente agresiva en materia comercial", publicó Trump en Truth Social , agregando que el país asiático busca "mantener al mundo cautivo" mediante un "monopolio hostil" sobre los elementos críticos que domina, como los imanes industriales y los minerales raros. El mandatario también amenazó con cancelar su esperado encuentro con Xi Jinping durante el foro de APEC, previsto para fines de octubre en Corea del Sur. "Iba a reunirme con el presidente Xi en dos semanas... pero ahora no parece haber razón para hacerlo", afirmó.

 

donald trump en redes sociales contra china
 

La chispa: las tierras raras

Las nuevas reglas chinas obligan a las compañías extranjeras a obtener autorización de Pekín para exportar cualquier producto que contenga, incluso en pequeñas cantidades, materiales de origen chino. La medida —que algunos analistas comparan con la "regla del producto directo extranjero" estadounidense— extiende el control chino a toda la cadena tecnológica global, incluyendo a empresas que fabrican fuera de su territorio.

Beijing pretende así reforzar su poder negociador en un contexto de fricciones crecientes. " Esta política sorprenderá al mundo libre entero , incluida mi administración", sostuvo Trump. En su interpretación, China " llevaba tiempo al acecho ", acumulando ventajas estratégicas en sectores críticos como la minería, la defensa y la automoción.

Reacción en los mercados

La respuesta de los inversores fue inmediata. El S&P 500 retrocedió un 2,7%, su mayor caída diaria desde abril, y el Nasdaq Composite se desplomó un 3,6%. El dólar cayó 0,7% frente a una canasta de monedas y el rendimiento del bono del Tesoro a dos años alcanzó su nivel más bajo en tres semanas. En paralelo, el oro superó los 4.000 dólares por onza troy, mientras que el petróleo Brent descendió 3,8%, a 62,70 dólares el barril.

Aunque más acostumbrados a la alta volatilidad, los activos de riesgo como las criptomonedas sufrieron fuertemente liderados por una fuerte baja del Bitcoin que de su ATH de esta semana de U$S 126.000 llegó a bajar hasta los U$S 103.000 haciendo que todas las demás altcoins llegaran a sufrir bajas de entre el 15% y el 20%.

"Aumentará la volatilidad a corto plazo, pero podría abrir oportunidades de entrada atractivas", evaluó Matthias Scheiber, jefe de inversiones multi-activo de Allspring Global Investments. No obstante, el optimismo es limitado: las alzas previas impulsadas por la inteligencia artificial se frenaron de golpe.

Un conflicto en espiral

La relación comercial entre ambos países ya estaba bajo tensión. Los aranceles medios estadounidenses sobre las importaciones chinas alcanzan hoy alrededor del 58%, mientras que los de China sobre bienes de EE.UU. rondan el 37%, según el Instituto Peterson. Aunque parece que fue hace mucho, hace seis meses, en marzo, Washington ya había impuesto tarifas del 145% a productos chinos; Pekín respondió con gravámenes del 125% .

El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, advirtió que las restricciones chinas equivalen a un "embargo comercial de facto". Aunque ambas potencias habían pactado una tregua de 90 días en Ginebra y mantuvieron diálogos en Londres, Estocolmo y Madrid, el equilibrio se volvió a romperse. La moratoria actual expira a mediados de noviembre, justo cuando las nuevas medidas podrían entrar en vigor.

Entre la presión y la preparación

Expertos consultados por The Economist identifican tres posibles motivaciones detrás del movimiento chino: preparación, presión y represalia . Por un lado, Pekín busca institucionalizar el control sobre las tierras raras, su "arma más poderosa en la guerra económica moderna". Por otro, podría estar intentando ganar ventaja diplomática antes del encuentro bilateral. Finalmente, algunos observadores interpretan las restricciones como una reacción al reciente " 50%-rule " de Washington, que amplió los alcances de las sanciones a subsidiarias extranjeras.

Sea cual sea la causa, el impacto inmediato será un aumento de los costos regulatorios en la cadena tecnológica y una presión sobre las empresas que dependen de insumos chinos. Para Trump, en cambio, el movimiento de Pekín fue " una emboscada inesperada ".

"Nadie ha visto nada igual —esto obstruirá los mercados y complicará la vida a todos los países del mundo, especialmente a China", apuntó el mandatario.

Navidad con inflación

Si las nuevas tarifas efectivamente entran en vigor el 1 de noviembre, los consumidores estadounidenses podrían sentir su efecto antes de fin de año. Los productos electrónicos, los juguetes y los bienes tecnológicos —en gran parte dependientes de insumos chinos— se encarecerían justo antes de la temporada navideña.

El dilema político para Trump es evidente: sostener una posición dura frente a China sin desestabilizar la economía doméstica. Los economistas advierten que muchas empresas han absorbido los costos de los aranceles anteriores, pero una duplicación de tarifas de tres dígitos sería "imposible de digerir".

Por ahora, el presidente deja una puerta abierta. "Voy a estar allí de todos modos, así que supongo que podríamos tener la reunión", dijo, en referencia al encuentro con Xi. "Por eso fijé la fecha del 1 de noviembre... veremos qué ocurre".

En el tablero geopolítico, el reloj vuelve a correr. Las dos mayores economías del planeta se mueven entre la negociación y la confrontación, en una carrera donde cada paso en falso se mide en puntos bursátiles, toneladas de litio y, probablemente, votos en las urnas de noviembre.

10