Cuando Lyndsey Meade se lesionó jugando al fútbol en la universidad, no imaginaba que esa lesión terminaría marcando el rumbo de su vida. Fue el entrenamiento con Pilates lo que la ayudó a sanar. Y, casi sin darse cuenta, también lo que la inspiró a cambiar de camino.
Al poco tiempo, se certificó como instructora de Pilates mat y en 2020 empezó a dar clases en un estudio de Miami. El ambiente, el vínculo con los alumnos, el efecto en los cuerpos: todo le hacía pensar que podía ir por más. Quería tener su propio espacio.
Cinco años después, en febrero de 2025, decidió hacerlo realidad. Abrió BODY Hot Pilates en Aventura, Florida, junto a sus amigos Genevieve y Daniel Ross, un matrimonio con experiencia en el rubro, y con su esposo, Chris Meade, cofundador de la marca de juegos CROSSNET y de The Founders Club, un grupo para jóvenes emprendedores. El concepto era simple pero potente: clases de Pilates a 35 °C, gracias a un sistema de sauna infrarroja, muy parecido a lo que ofrecen los estudios de hot yoga.
El interés fue inmediato. En cuestión de meses, BODY se convirtió en un boom. Acaban de inaugurar su segundo local en Coral Gables y ya tienen planificados tres más para antes de que termine el año. Según cuenta Lyndsey, en los primeros cinco meses el estudio superó los siete dígitos en ingresos. Hoy trabajan con 19 contratistas, la mayoría profesores independientes que fueron parte clave del crecimiento. Y, mientras siguen ampliando su propuesta, también empezaron a ofrecer capacitaciones para nuevos instructores.
BODY Hot Pilates no es una excepción: forma parte de una tendencia que crece con fuerza en Estados Unidos, impulsada por empresas que logran facturar más de un millón de dólares al año sin tener empleados en relación de dependencia. Según datos de la Oficina del Censo de EE.UU., en 2023 hubo 117.060 negocios sin empleador formal que superaron el millón, más del doble de los que existían en 2021. En todos esos casos, no hay trabajadores registrados bajo el formulario W-2, que equivale a una contratación tradicional.
Estas compañías funcionan como atletas de élite en lo que respecta a generación de ingresos. Para ponerlo en perspectiva, ese mismo año se registraron más de 30 millones de negocios sin empleador, con ingresos promedio de apenas US$ 57.611. La mayoría se concentra en el comercio minorista: solo en 2023, 16.141 negocios facturaron entre US$ 1 y US$ 2,49 millones, y 4.216 llegaron a cifras entre US$ 2,5 y US$ 4,99 millones.
Los estudios de gimnasia, como BODY, están dentro de la categoría de arte, entretenimiento y recreación, donde el volumen de empresas que llega a ese nivel de facturación es más chico. En 2023, solo 3882 negocios de ese rubro alcanzaron entre US$ 1 y US$ 2,49 millones, mientras que 977 superaron los US$ 2,5 millones y apenas 353 lograron ingresos por encima de los US$ 5 millones.
Muchas de estas empresas funcionan con estructuras ultralivianas: contratan trabajadores independientes, tercerizan servicios, apuestan fuerte al marketing digital y aprovechan herramientas de inteligencia artificial para multiplicar el alcance del equipo fundador. El caso de BODY Hot Pilates refleja ese modelo.
El crecimiento de BODY Hot Pilates también se explica por un fenómeno reciente: el renovado interés por el Pilates mat, impulsado en buena parte por influencers como la tiktoker Alix Earle, según cuenta Lyndsey. A diferencia del Pilates Reformer, que requiere maquinaria específica, el mat se apoya principalmente en el peso corporal para generar resistencia. La disciplina tiene historia: nació en la década de 1920, cuando el entrenador físico Joseph Pilates la presentó por primera vez.

En una ciudad donde abundan los estudios de Pilates, elegir bien dónde abrir fue clave. BODY funciona en un pequeño centro comercial que ofrece estacionamiento gratuito, un detalle no menor en una zona donde suele ser difícil encontrar lugar. "Mi base de clientes estaba principalmente en Miami, a 35 o 40 minutos de ahí, así que fue una aventura, pero la zona definitivamente necesitaba un estudio, y los clientes son increíbles", dice Lyndsey.
Hoy, el estudio recibe unos 6000 alumnos por mes, según datos que comparte su fundadora. Desde el primer día, buscó construir una comunidad sólida: cada persona que llega es recibida de forma individual, y los instructores tienen en cuenta si hay lesiones o condiciones específicas. Esa atención al detalle es una de las marcas del estudio.
"Miami puede ser un lugar difícil para moverse, así que quería que cada vez que alguien viniera a mi clase sintiera que estaba pasando un rato con amigos", dice Lyndsey. "Se trata de sentirse lo mejor posible".
La comunidad creció rápido, en parte gracias a una estrategia digital centrada en Instagram y alianzas con marcas como REBBL, una firma de bebidas energéticas que eligió el estudio para realizar pruebas de producto. La propuesta de BODY incluye tanto una clase de Pilates tradicional como una versión más exigente, Hot Pilates Sculpt, que suma pesas al entrenamiento.
Para facilitar las reservas, utilizan Mariana Tek, una plataforma que permite tener su propia app dentro de una aplicación más amplia. La tecnología les da escala sin perder el control del servicio.
Lyndsey cuenta que, junto a sus socios, se comprometieron desde el inicio a hacer que el estudio funcionara sin importar los obstáculos. Sin embargo, la respuesta del público fue incluso más rápida de lo que esperaban. "Que haya despegado tan rápido es una respuesta a nuestras oraciones", asegura. Ahora, el foco está en aprovechar ese envión y hacer crecer la marca con nuevos estudios.
Nota publicada en Forbes US.