Forbes Uruguay
Ilustración de Fernando Capeto para Forbes
Negocios

Las empresas chinas de inteligencia artificial que podrían ser el próximo DeepSeek

Richard Nieva

Share

Inversiones millonarias y talento local impulsan una ola de innovación que posiciona a China como un actor clave en la nueva era de la IA.

28 Mayo de 2025 13.47

En enero, un laboratorio chino de inteligencia artificial poco conocido llamado DeepSeek sorprendió al mundo al lanzar un modelo avanzado de código abierto que compitió con los desarrollados por los gigantes tecnológicos de Estados Unidos. Lo hizo con una fracción de los recursos que manejan esas empresas. Varios de esos gigantes, como OpenAI o Anthropic, elogiaron los avances de DeepSeek y salieron a defender sus propios métodos y avances. El presidente Donald Trump lo definió como una "llamada de atención".

Sin embargo, más allá del momento viral, impulsado por la fiebre de la inteligencia artificial y un torbellino de inquietudes geopolíticas, la irrupción de DeepSeek dejó una marca más profunda: puso en primer plano a la IA china y le dio visibilidad internacional.

Ni DeepSeek ni otras empresas chinas aparecieron en el ranking AI 50 de Forbes, que reconoce a las compañías privadas más prometedoras del rubro, debido a la opacidad de sus finanzas y prácticas comerciales. Aun así, merece la pena prestarles atención. Muchas tienen una influencia que va más allá del mercado chino, gracias a su apuesta por modelos de código abierto que cualquier usuario puede usar de forma gratuita.

Ilustración AI-50: Gabriel, Gabriel Garble, 16 x 9
Ni DeepSeek ni otras empresas chinas aparecieron en el ranking AI 50

 

Muchos de los modelos de inteligencia artificial chinos que avanzan en el mercado son desarrollos de los gigantes tecnológicos del país. Un ejemplo es Hunyuan, la herramienta de generación de video de Tencent, el conglomerado que también creó WeChat, y que en 2024 alcanzó ingresos por US$ 92.000 millones. La empresa asegura que sus modelos recientes, enfocados en el llamado "razonamiento" —capaces de responder preguntas complejas al dividirlas en otras más simples— superan a los modelos estrella de DeepSeek.

Otro caso es Doubao, una utilidad pensada para consumidores, desarrollada por ByteDance, la empresa matriz de TikTok. Esta aplicación trabaja con modelos espaciales que interpretan entornos físicos y generan paisajes en 3D.

También está Qwen, una familia de grandes modelos de lenguaje desarrollada por Alibaba, el gigante del comercio electrónico, que ya sumó a más de 90.000 usuarios empresariales en su plataforma en la nube.

"Alibaba es una especie de gran potencia tecnológica en IA en China, comparable a lo que representan Google o Meta en EE.UU.", dijo Rob Toews, socio de Radical Ventures, en diálogo con Forbes. Al momento de la publicación, los modelos de Alibaba y DeepSeek figuraban entre los cinco más populares en Hugging Face, una plataforma muy usada para modelos y conjuntos de datos de inteligencia artificial de código abierto.

"En el ámbito de las versiones de código abierto, no existe tal barrera. No existe un Gran Firewall",
 

Jeff Boudier, director de producto y crecimiento de Hugging Face

El ascenso meteórico de DeepSeek abrió la puerta a otras startups chinas. En marzo, la empresa Butterfly Effect, con sede en Wuhan, lanzó un sistema de inteligencia artificial llamado Manus. Según afirma la compañía, esta herramienta puede moverse por la web de forma autónoma y realizar tareas como buscar departamentos, analizar acciones o diseñar sitios web.

Tiene limitaciones: desde suposiciones erradas sobre las tareas hasta bloqueos al procesar textos extensos. A pesar de eso, su lanzamiento fue recibido como una alternativa que compite con Operator, el servicio de OpenAI. Impulsada por figuras como Jack Dorsey, cofundador de Twitter, el interés en torno a la empresa atrajo la atención de inversores. Según The Information, Butterfly Effect está en conversaciones para recaudar fondos de capitales estadounidenses, con una valoración estimada en US$ 500 millones.

Mientras DeepSeek desarrollaba sus modelos a partir del perfeccionamiento de sistemas creados por Meta y Alibaba, Manus optó por una vía distinta: usó directamente los modelos Claude de Anthropic, ya listos para utilizar. "Es básicamente una versión mucho mejor de lo que OpenAI intenta hacer con Operator", aseguró Rob Toews.

China también avanzó en el campo de la robótica humanoide. Agibot, fundada en 2023 por Peng Zhihui —un ex talento reclutado por Huawei bajo su programa de "jóvenes genios"— afirma que ya fabricó más de 1.000 robots bípedos con inteligencia artificial. Según trascendió, planea llevar esa cifra a 5.000 unidades antes de fin de año, con la intención de igualar los planes de Elon Musk con Optimus, el robot de uso general desarrollado por Tesla.

A comienzos de este mes, Agibot sumó a sus filas a Luo JianLan, quien había trabajado en Google X, la unidad de proyectos ambiciosos de Alphabet. "Oigo hablar de ellos cuando converso con mis empresas de robótica y me mencionan la competencia que perciben en China", dijo Aaron Jacobson, socio de la firma de capital de riesgo NEA. "Este tema surgió varias veces".

El reconocido inversor y referente en inteligencia artificial Kai-Fu Lee, quien ayudó a Google y Microsoft a establecerse en China, fundó la startup 01.AI en 2022. En sus inicios, entrenó sus propios modelos de código abierto. Sin embargo, recientemente optó por utilizar la tecnología de DeepSeek para desarrollar herramientas destinadas al uso empresarial en sectores como los videojuegos, el derecho y las finanzas. La empresa ya recaudó US$ 200 millones y, según datos de PitchBook, alcanzó una valoración de US$ 1.000 millones.

01.AI integra el grupo conocido como los "Seis Tigres" de China, que reúne a las compañías más destacadas del país en este rubro. Entre ellas también se encuentran MiniMax AI —especializada en inteligencia artificial multimodal— y Moonshot AI, desarrolladora de modelos avanzados, ambas con respaldo de Alibaba.

Estos avances se dan en un contexto de crecientes tensiones políticas entre China y Estados Unidos. En 2022, el entonces presidente Joe Biden impuso restricciones a la exportación de tecnología a empresas del sector de los semiconductores, limitando las ventas de chips de alto rendimiento de fabricantes clave como Nvidia y AMD. La medida buscó frenar el desarrollo de la inteligencia artificial en China.

Hoy, el conflicto escaló a una guerra comercial, tras la imposición de nuevos aranceles ordenados por el presidente Donald Trump, conocidos como los aranceles del "Día de la Liberación". Estados Unidos aplicó tarifas del 125 % a las exportaciones chinas, lo que profundizó el enfrentamiento económico entre ambos países.

"Este es el poder de un Estado centralizado que puede decir: 'Vamos a intentar ir en esa dirección'".
 

Russell Wald, Instituto de Inteligencia Artificial Centrada en el Ser Humano de Stanford.

Parte del impulso que tiene China en inteligencia artificial se explica por el peso que el país le da a la investigación académica y a la publicación de código abierto en sus universidades. Así lo explicó Russell Wald, director ejecutivo del Instituto de Inteligencia Artificial Centrada en el Humano (HAI) de la Universidad de Stanford, en diálogo con Forbes. En 2018, China declaró su intención de convertirse en líder global en IA para 2030 y destinó recursos académicos de peso para lograrlo.

Los resultados ya son visibles: en 2023, el país concentró cerca del 70 % de todas las patentes concedidas en el sector y produjo el 23 % de las publicaciones y citas vinculadas a IA en el mundo. Wald señaló que ese empuje es posible por la capacidad del Estado chino de fijar rumbos estratégicos. Aunque advirtió que la censura estatal sobre los modelos de inteligencia artificial podría desalentar su uso en países occidentales.

Hasta ahora, la estrategia rinde frutos. Esta semana, el HAI publicó su Índice de IA anual, donde muestra que la competencia entre Estados Unidos y China en este campo se volvió más pareja. Si bien las empresas estadounidenses siguen liderando, con el lanzamiento de 40 modelos "notables" —definidos como especialmente influyentes dentro del ecosistema de IA—, China ocupa el segundo lugar con 15 modelos.

Además, el rendimiento técnico de los modelos chinos se acercó mucho al de los norteamericanos. Hace dos años, Estados Unidos tenía una ventaja clara en las pruebas de referencia. El año pasado, según HAI, China alcanzó "casi la paridad".

El impulso de China por el código abierto, que permite a cualquier persona descargar un modelo y desarrollar herramientas a partir de él, fue clave para que sus empresas ganaran protagonismo a escala global. Durante décadas, los ecosistemas tecnológicos de China y Estados Unidos funcionaron de manera separada, con productos y servicios disponibles solo dentro de sus respectivas regiones.

Sin embargo, el éxito de DeepSeek le demostró a la comunidad de inteligencia artificial que los laboratorios chinos podían esquivar esas barreras a través de publicaciones abiertas. "En el ámbito de las publicaciones de código abierto, no existe tal barrera. No existe un Gran Firewall", dijo Jeff Boudier, director de producto y crecimiento de Hugging Face, en diálogo con Forbes

Al mismo tiempo, el país cuenta con una base sólida de talento formado en sus universidades y un fuerte respaldo a la investigación y el desarrollo. Para Russell Wald, ese combo tiene potencial no solo para sostener el crecimiento de DeepSeek y otras compañías de la misma generación, sino también para abrirle paso a nuevos protagonistas.

 

*Con información de Forbes US.

10