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Carlos Lecueder
Liderazgo

Master Class de Carlos Lecueder: lecciones de uno de los empresarios más exitosos del país

Mariana Goday

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Construyó 1 millón de m2 y sus obras crearon más de 15 mil empleos. Reglas de oro para superar fracasos y conseguir objetivos. Nuevos proyectos y qué necesita Uruguay para seguir creciendo.

26 Junio de 2024 16.03

En su estudio ubicado en la Torre 1 de WTC Montevideo —donde pasa largas jornadas junto a sus seis hijos— Carlos Lecueder recuerda los comienzos con su padre y la apertura de Montevideo Shopping como un gran hito de su historia. 

Es apenas un punto de partida para recorrer su historia y compartir con los lectores de FORBES una verdadera master class que incluye su paso de estudiante a emprendedor, cómo reaccionar ante la duda, la adversidad o el fracaso, sus reglas de oro para lograr objetivos y su profunda definición sobre el éxito. 

También habla sobre sus nuevos negocios y el futuro de Uruguay. Extractos.

Carlos Lecueder
Carlos Lecueder Foto: Leonardo Mainé.

¿Cómo se define a sí mismo?

Soy tres cosas. Primero padre y desde hace 15 años, abuelo. Mi trabajo es muy importante para mí, pero mi casa es más importante. Segundo, sigo siendo un profesional universitario que analiza los temas en forma profesional. Y tercero soy emprendedor, el que pone en marcha; y el empresario sigue la empresa: en el fondo el emprendedor termina siendo empresario.

¿Cómo se pasa de estudiante a ser uno de los empresarios o emprendedores más exitosos del Uruguay? ¿Qué destaca de ese recorrido?

Fue una evolución muy natural. Yo entraba a la facultad y mi padre fundaba su estudio. No tuve que presentar un currículum. Arranqué con él desde el primer día. El segundo hito fue Montevideo Shopping, en la etapa de comercialización. Me puse el equipo al hombro y empecé a hacer. Eso cambió mi forma de pensar.

¿Por qué?

Cuando era asesor, analizaba los problemas y decía “yo sugiero que hagan tal cosa”, pero yo no las hacía. Ahí comencé a tomar decisiones y a ejecutar. El cambio de asesor a emprendedor me encantó y me sigue encantando.

Ante la duda, hacer. ¿Cómo fue ese aprendizaje?

Al ver a mi padre en acción. Con Montevideo Shopping mucha gente decía: “Quién va a ir de compras a ese descampado”. Mi padre estaba convencido y si tenía dudas, no las transmitió. Ojo: en todo proyecto surgen dudas y mejoran el proyecto.

Pienso en la duda, duermo con la duda y a la mañana siguiente estoy buscando la solución.

¿Cómo impacta el año electoral en el mercadoinmobiliario?

En Uruguay, nada. Cuando hay cambio de partido no hay vuelta atrás de las cosas, se acepta el respeto por las normas vigentes, por la palabra dada. Uruguay es un país tranquilo para invertir. Lo que sí impacta es el costo de la construcción y el tipo de cambio. 

Uruguay es un país de dos monedas: dos tercios de los costos son en pesos y un tercio en dólares. Pero se vende en dólares, si el dólar se queda y el costo de construcción en pesos sube, me genera un mayor costo medido en dólares que puede hacer que los resultados de la inversión sean malos y hoy eso está pasando. El gran tema a resolver es el tipo de cambio.

¿Qué le falta a Uruguay para ser un destino todavía más atractivo para inversiones?

Tiene casi todo: seriedad y respeto por las reglas del juego. Por otra parte, existe un costo del Estado pesado, que no es bueno, pero que hemos sorteado. Al ser un mercado chico se debe fomentar la exportación. Los que apostamos al mercado interno tenemos un tope.

Carlos Lecueder
Carlos Lecueder Foto: Leonardo Mainé.

¿Por qué su estudio no apostó al mercado externo?

Miramos para afuera (ríe). Hicimos mucha consultoría externa sobre shoppings. Pero las veces que fuimos a invertir o desarrollar fue complicado…

¿Cómo se aprende de los errores? ¿Podría compartir alguna historia personal? ¿Hay cosas que hubiera hecho diferente en los proyectos que llevó adelante?

Los errores siempre tienen que servir para mejorar. A veces la coyuntura te puede dar un gran golpe. Salto Shopping abrió en 1999, en 2000 Argentina quedó regalada y en 2001 quebró. En 2002 quebró Uruguay. Consultamos a los accionistas por aporte de capital y dijeron: “no aportamos”. Fue una situación crítica. ¿Qué hicimos?

Primero, nos cortamos los honorarios para sostener a 50 comerciantes y 260 personas que trabajan ahí. Cuando parecía que ya no podíamos aguantar más, viene Mc Donald´s y nos da la peor y la mejor noticia. La peor es que nos dice que cierra y la mejor fue que el contrato establecía que para irse tenían que pagar una multa muy importante que nos permitió salir adelante.

¿La lección fue cómo reaccionar ante una coyuntura adversa e inesperada?

La localización de entrada no fue buena, el momento espantoso, quizás la campaña de lanzamiento no estaba prevista para un shopping que iba a sufrir tanto. Nos mataron factores de coyuntura y errores que se cometieron. La clave fue bajar la cabeza y arremeter.

¿Qué proyectos tienen hoy en carpeta?

Me encantaría crecer en todos los shoppings, porque la salida pospandemia fue buena y la amenaza de internet pasándonos por arriba no se dio. 

El crecimiento en las ventas anda bien, el golpazo que nos pegó Argentina en los últimos dos años está en camino de terminar y todo eso hace que mire el futuro con optimismo, con algunos proyectos que aún no puedo revelar y otros que sí.

Carlos Lecueder
Carlos Lecueder Foto: Leonardo Mainé.

¿Cuáles si?

En el sector inmobiliario, la segunda torre de Carrasco Boating, que va muy bien. También un edificio en frente al colegio British que se llama Brits y un conjunto de casas en el barrio Jardines de Carrasco que se llama Jardín Escondido. 

Además, un edificio chico en Carrasco y en la urbanización de Olivos de los Horneros, donde empezamos a entregar los primeros terrenos para dar comienzo a la construcción de 253 viviendas (unidades) y estamos desarrollando 480 lotes.

En Punta del Este, WTC Free Zone, un proyecto espectacular en la zona del puerto, en cruz con la Plaza de los Artesanos. Ahí vamos por el piso 10 y tenemos prevista la finalización para fines de 2025.

A futuro nos gustaría crecer en otra torre en WTC Montevideo. Hicimos dos y queremos la tercera. También nos gustaría hacer otro shopping en Montevideo, creemos que hay espacio y hay mercado, estamos buscando, sin nada concreto todavía.

¿Qué inversión supone la creación de WTC Free Zone Punta del Este?

Entre tierra y obra serán unos US$ 50 millones. Durante la construcción están trabajando en promedio unas 200 personas y prevemos que puedan trabajar unas 900 cuando esté ocupado.

Hace un tiempo afirmó que, en el mercado inmobiliario a raíz de la pandemia, se dio el “triunfo de lo suburbano”, ¿tiene top este triunfo?

Lo que pasó en los últimos años es que todo ese movimiento se fue hacia el este y, en segundo lugar, que el gobierno tomó medidas para promover la construcción como forma de ocupar la mano de obra para salir de la crisis de la pandemia. 

Toda la zona de Carrasco Norte Este creció, igual que toda la zona de Canelones de los barrios privados, un desarrollo tremendo. Se generó un movimiento importante. En el eje Montevideo-Canelones se han hecho muchas viviendas nuevas. 

Hoy tenemos fenómenos que se están dando, como la pareja que se separa y requiere dos viviendas, que hace 30 años no se daba. Necesita dos viviendas más chicas, hoy con uno o dos dormitorios ya está. Ahí tenemos esa multiplicación de la demanda que es importante. 

En segundo lugar está la familia que genera el joven que se va a vivir solo y requiere también un lugar donde vivir.

¿Hasta cuándo va a seguir el crecimiento en esa zona?

Todavía hay proyectos que se están recién lanzando y tenemos construcción para rato en esa zona. Hoy hay también un flujo de inversión hacia ahí que creemos que todavía va a seguir durando. Hay un deseo de inversión que antes no estaba.

¿Tiene previsto invertir en otros rubros más allá de los centros comerciales y sector inmobiliario?

No. Hemos aprendido y nos ha ido bien en estos rubros. Hemos desarrollado equipo con una expertise muy importante y cuando uno sabe de algo es más fácil crecer.

¿Cómo es para usted trabajar hoy con sus seis hijos?

Tuve la suerte de que mi padre me enseñó a trabajar y delegó bien, es muy difícil delegar.

Hoy tengo conmigo a mis seis hijos y pude desarrollar proyectos que permiten que haya diferentes perfiles. Con el tiempo, uno prioriza la unidad familiar y el trabajar bien por encima del “no hiciste lo que yo quería porque lo hiciste de otra forma”. 

Es un camino que no es fácil pero que uno transita con felicidad.

¿Qué es el éxito?

Tener una familia unida, que se quiera, que esa sensación de amor y respeto se transmita a los hijos y los nietos. Y en el trabajo, fijarse objetivos y cumplirlos y que las relaciones humanas entre quienes participaron sean iguales o mejores que al empezar: si terminamos todos peleados no es éxito…

¿Piensa en el retiro?

Toda la vida dije “vibro trabajando y voy a trabajar siempre”, pero a medida que pasan los años me digo que ahora quiero trabajar un poco menos. Es un debe que tengo con mi esposa. Pero no me veo retirado. De solo pensar que en el estudio están haciendo cosas y yo no estoy enterado… me dan ganas de ir corriendo.

FOTOS LEONARDO MAINÉ

*Este artículo fue publicado originalmente en Forbes UY del mes de Abril de 2024
 

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