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Negocios

Napster reaparece con nueva identidad, promesas de miles de millones y un inversor que nadie conoce

Phoebe Liu

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Promete liquidez a sus accionistas con una valuación sideral, aunque arrastra un historial de fracasos, deudas millonarias y una trama que mezcla secretos, promesas rotas y denuncias.

22 Mayo de 2025 16.00

La empresa con sede en Florida, Infinite Reality, convocó el 15 de mayo a una reunión privada por Zoom exclusiva para inversores. Allí, les comunicó a algunos de sus 1.500 accionistas que pasará a llamarse Napster Corporation. El cambio hace referencia a la aplicación para compartir archivos entre usuarios, lanzada en 1999 por Sean Parker, el primer presidente de Facebook y hoy multimillonario. Parker ya no tiene vínculo con Napster.

Esa aplicación, que en su momento causó una revolución y llegó a reunir unos 75 millones de usuarios, se declaró en quiebra en 2002 luego de un fallo por violación de derechos de autor en Estados Unidos. Después de eso, pasó de mano en mano: la compró Roxio, luego Best Buy, y más tarde se relanzó como competidora de Spotify. En las últimas mediciones de Data.AI, quedó en el puesto 39 entre las apps de música.

Infinite Reality, que hasta hace poco se presentaba como una tienda vinculada al metaverso, compró en marzo la empresa de streaming musical Napster por US$ 207 millones. En ese momento, Napster debía más de US$ 56 millones en regalías. Su director ejecutivo, Jonathan Vlassopulos, renunció la semana pasada. Ahora, Infinite Reality adopta el nombre Napster y se presenta como un proveedor de "experiencias digitales impulsadas por IA".

Durante la misma videollamada, la empresa les comunicó a los inversores un nuevo plan para acceder a liquidez. A partir de junio, podrían revender sus acciones a US$ 20 cada una —antes de comisiones— gracias al respaldo de un inversor cuya identidad no fue revelada. Si la cantidad de acciones no varió significativamente en los últimos meses, esto indicaría una valuación de al menos US$ 18.000 millones, es decir, más de 240 veces sus ingresos del año pasado, que fueron de US$ 75 millones.

Este no es el primer intento de relanzamiento de la empresa. En 2019, John Acunto y un grupo de inversores compraron la red social Tsu, que estaba en quiebra. Luego la rebautizaron como Display Social, pero en sus primeros tres años apenas generó ingresos por US$ 150.000.

Infinite Reality Acquires Napster | citybiz

En 2022, Acunto le cambió nuevamente el rumbo a la compañía al adquirir la productora Thunder Studios y la startup Infinite Metaverse, en una operación completamente en acciones por US$ 235 millones. Bajo el nuevo nombre, Infinite Reality salió a comprar otras nueve empresas. Cada adquisición empujó su valuación hacia arriba.

Desde 2022, es la cuarta vez que Infinite Reality —ahora rebautizada como Napster— promete a sus inversores que podrán recuperar su dinero. Hasta ahora, ninguna de esas promesas se concretó. En paralelo, la empresa cambió su nombre a Infinite Reality y presentó ante la SEC los papeles para salir a la bolsa mediante una fusión inversa. Ese intento fracasó en diciembre de 2022.

Dos semanas después, anunció un nuevo plan para cotizar a través de una SPAC, pero tampoco llegó a concretarlo. En diciembre, inició el proceso para rescindir ese acuerdo y la firma de cheques en blanco demandó a Napster por una supuesta comisión de cancelación impaga de US$ 7 millones.

En enero, poco después de anunciar una supuesta inversión por US$ 3.000 millones de un inversor anónimo, la empresa lanzó una venta secundaria de acciones a través del Nasdaq Private Market, una plataforma de operaciones para acciones de compañías privadas.

En una conferencia con inversores en febrero, donde se habló sobre esa operación, el director ejecutivo John Acunto se mostró exultante con los resultados: "Tenemos más de 600 millonarios gracias a su inversión en Infinite Reality", afirmó. Y agregó: "Quiero recordarles que nuestro trabajo no es solo crear una gran empresa, sino generar valor para nuestros accionistas... y darles la oportunidad de extraer ese valor del mercado".

Pero varios accionistas ya mostraban signos de hartazgo. "Cuando me enteré de las transacciones en el mercado secundario, pensé: 'Genial, la última de una serie de cosas que nunca se van a materializar'", dijo un accionista y exempleado, al referirse a la operación en el Nasdaq Private Market.

Y no le faltaba razón. Primero, la página web del Nasdaq Private Market que permitía negociar acciones de Infinite Reality desapareció. Luego, el acuerdo se cayó oficialmente el 7 de mayo. Así lo confirmó Gillian Sheldon, jefa de comunicaciones de Napster, quien aseguró que la decisión fue consensuada entre Napster y la plataforma de negociación. Nasdaq Private Market no respondió a las solicitudes de comentarios y derivó las consultas de varios accionistas a Infinite Reality, ahora Napster.

La última promesa de permitir que los inversores vendan acciones apunta a un inversor anónimo representado por la firma de corretaje Cova Capital. Según su sitio web, la firma, con sede en Long Island, participó en transacciones con Palantir, SpaceX y la startup de inteligencia artificial Cohere.

La Autoridad Reguladora de la Industria Financiera, que supervisa a los corredores de bolsa, multó a Cova con US$ 30.000 en marzo de este año por haber recomendado tres ventas privadas de acciones a inversores minoristas sin "realizar la debida diligencia suficiente para formar una base razonable para creer que las ofertas eran adecuadas o en el mejor interés de al menos algunos inversores". Entre las acusaciones, se incluyó que Cova no verificó si el emisor realmente tenía los derechos sobre las acciones ni evaluó el margen de ganancia. La firma pagó la multa "sin admitir ni negar los hallazgos".

"Representamos a un inversor que presentó una manifestación de interés para lanzar una oferta a los accionistas existentes, que dará a los accionistas registrados al 31 de mayo, dentro de dos semanas, una oportunidad de liquidez", afirmó Edward Gibstein, director ejecutivo de Cova, durante una llamada con inversores de Napster el 15 de mayo. Gibstein también dijo que el inversor ya firmó una carta de intención.

Kendall Cluff, ejecutivo de cuentas de Carta —la firma que gestionará la tabla de capitalización y la operación— señaló: "Desconocemos el monto exacto del interés del vendedor hasta que la ejecutemos, pero prevemos que se convierta en una transacción multimillonaria".

Cova y Napster tienen una relación que empezó en 2021, según explicó Gibstein, antes de que la firma participara en una serie de transacciones de acciones que llamaron la atención con startups como Landvault y la Drone Racing League. Un documento presentado ante la SEC sobre la recaudación de fondos de Napster en julio de 2024 también menciona a Cova como intermediario.

En ese momento, Cova buscaba ofrecer préstamos a seis meses con un interés alto —del 33%— y warrants para comprar acciones de Napster con una valuación "descontada" de US$ 1.250 millones, según documentos que vio Forbes. Ese mismo documento aclaraba que, si la empresa conseguía US$ 20 millones o más en financiamiento de capital antes del vencimiento del préstamo, el inversor podía pedir el reembolso anticipado, pero con una tasa de interés más baja.

Según ese texto, eso debía entrar en vigencia en julio, cuando Napster recaudó US$ 350 millones, y en enero, cuando la empresa dijo haber juntado US$ 3.000 millones. Sin embargo, dos inversores que aseguran haber firmado documentos similares le contaron a Forbes que todavía no recibieron el reembolso.

Cinco inversores demandaron a Napster en mayo por el impago de esos préstamos, incluso después de haberle enviado un aviso formal en diciembre. Un vocero de Napster dijo que los pagarés están en "varias etapas de reembolso".

El director ejecutivo de Cova, Gibstein, no respondió a un pedido de comentarios sobre este último acuerdo. Sin embargo, sí habló el 15 de mayo, horas antes de anunciar la oferta a los accionistas. En ese momento, Forbes intentaba averiguar quién habría invertido US$ 3.000 millones en la entonces Infinite Reality, valuada en US$ 12.000 millones. Gibstein no reveló la identidad del inversor y argumentó que existía un acuerdo de confidencialidad. De todos modos, confirmó que era cliente de Cova y aseguró que la recaudación de fondos de la empresa "no fue una operación de deuda".

Después de que Forbes publicara una investigación sobre Infinite Reality (hoy Napster) y su inversor anónimo en abril, la revista difundió un comunicado de prensa 90 minutos más tarde. Allí sostenía que "tras el gran interés mediático, el inversor de US$ 3.000 millones de Infinite Reality se había presentado" y que Sterling Select —una firma neoyorquina de desarrollo de capital de riesgo— representaba "la importante inversión de US$ 3.000 millones". Más adelante, el comunicado fue corregido para aclarar que Sterling Select "representa al inversor", aunque nunca se informó quién era. Karinga Kogan, directora de marketing de la firma, declaró después a Forbes que Sterling Select no puso los US$ 3.000 millones, sino que presentó a Napster ante los "inversores" que entregaron los fondos. Sterling Select no respondió a los múltiples pedidos de comentarios.

Todo esto representa apenas el último capítulo en la historia de una empresa que sigue generando dudas. Para muchos inversores, la chance de recuperar parte de su plata en junio llega con sabor amargo. Buena parte de ellos no tiene experiencia en inversiones vinculadas a startups o tecnología, y firmó cheques de apenas US$ 50.000 con la ilusión de que Napster se transformara en el próximo gran éxito.

"¿Son estos estafadores o tuve mucha suerte de entrar en la próxima gran empresa de IA?", le escribió un accionista a Forbes. En respuesta, Sheldon, director de comunicación de Napster, respondió: "Las numerosas personas con las que hablamos desde nuestra actualización interna para inversores están muy satisfechas con la oferta de liquidez, y nos complace decir que representan a la gran mayoría".

Otro accionista le dijo a Forbes que su corredor "no puede encontrarle un comprador a mi precio de menos de US$ 2 por acción, y mucho menos de US$ 20", y eso ocurrió tan solo la semana pasada. ¿El corredor? Gibstein, de Cova.

 

Nota publicada en Forbes US.

 

 

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