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Innovacion

Cómo entrenar con un avatar con IA puede mejorar no solo tu trabajo, sino también tus relaciones

Cortney Harding

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Evitar charlas difíciles suele ser la norma, tanto en casa como en la oficina. Las simulaciones con inteligencia artificial permiten ensayar esas conversaciones incómodas y ganar confianza antes de que sea demasiado tarde.

1 Agosto de 2025 18.00

Casi siempre empieza con una pavada: el compañero de departamento que nunca saca la basura, el cónyuge que deja el abrigo tirado en el sillón en vez de colgarlo o el jefe que te interrumpe en cada reunión. Pero, en vez de encarar el problema de entrada, lo dejamos crecer hasta que, tarde o temprano, explota. De un día para el otro, echás a alguien, pedís el divorcio o renunciás, todo por evitar una charla incómoda. Frente a eso, los avatares virtuales con inteligencia artificial que permiten ensayar conversaciones difíciles a gran escala pueden funcionar como una salida antes de que todo se desmadre.

Es bastante común esquivar conversaciones incómodas, sobre todo en el trabajo. Según un estudio de la app de coaching profesional Bravely, hasta el 70% de los empleados evita hablar de frente con sus jefes, compañeros o personas a su cargo. Además, el 53 % elige ignorar las situaciones "tóxicas". 

En el Reino Unido, apenas el 29% de los trabajadores que dijeron haber tenido conflictos laborales en el Índice de Buen Trabajo 2024 del Chartered Institute of Personnel and Development llevaron el tema a un jefe o a Recursos Humanos. Y solo un 17% se animó a hablar directamente con la otra persona. El dato es contundente: la mayoría prefiere el silencio a tener una charla incómoda.

Aprender a tener esas conversaciones difíciles, ya sea en casa o en el trabajo, siempre fue algo disperso. Los MBA ofrecen cursos sobre habilidades de comunicación, pero la mayoría de los que ocupan cargos de liderazgo no tienen ese título. Y mucho menos existe una capacitación formal para hablar con tu pareja, tus aemigos o tu familia. 

Avatares de IA
El uso de avatares basados en IA extiende conversaciones que pueden empoderar la inteligencia emocional

Pero con el avance de la inteligencia artificial conversacional y la realidad virtual, ahora se puede practicar ese tipo de charlas con avatares realistas, lo que ayuda a soltarse antes de enfrentarse a una persona de carne y hueso.

Talespin, una empresa que fue comprada por el sistema de gestión de aprendizaje Cornerstone, brinda experiencias inmersivas de conversación, con simulaciones ya armadas y otras que se pueden personalizar. 

La empresa trabajó con Amazon, los supermercados Coles y Meta, entre otras empresas.

Virti, una plataforma con sede en el Reino Unido (aclaración: trabajé en varios proyectos con ellos el año pasado, aunque ya no tengo vínculo con la empresa), se asoció con Amazon en 2024 para mejorar la capacitación de los gerentes de sus depósitos. Muchos de esos mandos medios eran jóvenes, sin formación formal, y pasaron de ser parte del equipo a tener que liderarlo. Juntarlos a todos en una sala para que practiquen lo necesario no era viable, así que Amazon apostó por avatares con realidad virtual e inteligencia artificial.

Los resultados fueron contundentes: el 92% de los gerentes capacitados dijo sentirse más seguro al encarar charlas difíciles. Además, la posibilidad de generar prácticas nuevas y personalizadas a gran escala marcó una diferencia importante. La idea no era darles un libreto, sino permitirles atravesar la incomodidad, reaccionar cuando el interlocutor discutía o se mostraba despectivo, y equivocarse en un entorno seguro.

Persona hablando con un avatar.
Al hablar con un avatar se simulan conversaciones difíciles para mejor el desempeño en situaciones reales

Plataformas como Virti permiten que cualquier usuario con cuenta cree contenido propio: solo hay que seguir algunas indicaciones y elegir entre un set de avatares. Se pueden generar humanos virtuales y hablar con ellos, aunque lo recomendable es que un gerente supervise el proceso para evitar que se genere algo que vaya en contra de las políticas internas. Analizar esas conversaciones también sirve para detectar problemas estructurales que valga la pena revisar más a fondo.

El sector de la salud también es un terreno donde la buena comunicación hace una diferencia enorme. Connexions se lanzó en julio de 2025 con la idea de resolver justamente ese problema, y ya está probando programas piloto en la Facultad de Medicina de Harvard y en McGill. Su objetivo es entrenar a médicos y brindarles herramientas conversacionales a los pacientes, algo que podría descomprimir varios conflictos.

Por ejemplo, muchas personas con sobrepeso u obesidad sienten que sus médicos se enfocan exclusivamente en su peso como si fuera la causa de todo, sin atender los síntomas concretos que presentan. Un avatar, en cambio, no tiene forma de ver cómo es físicamente la persona con la que "habla", y por eso no hace juicios rápidos basados en la apariencia.

Los avatares inmersivos impulsados por inteligencia artificial permiten una personalización casi infinita, algo que los videos estáticos o las prácticas presenciales no pueden ofrecer. Un nuevo gerente, por ejemplo, podría tener que manejar una charla con alguien que entiende inglés pero no lo habla con fluidez. Una IA bien programada puede adaptarse a eso; en cambio, una persona real podría trabarse. Con apenas un ajuste en las instrucciones, un avatar puede pasar de ser callado a hablar sin parar, algo que en un humano requeriría mucho más trabajo.

A medida que la inteligencia artificial sigue avanzando, es probable que se empiece a valorar mucho más las habilidades blandas: empatía, manejo de personas y capacidad para comunicarse con claridad. Ninguna máquina puede reemplazar una charla de verdad. Pero sí puede servir como entrenamiento, para ensayar ideas y sentirse más seguro antes de sentarse a hablar en serio. Esta tecnología puede ayudar a que las personas se animen a tocar temas difíciles, lo que lleva a conversaciones más honestas y vínculos más sólidos, ya sea con compañeros de trabajo, amigos o familiares. La verdadera ventaja no va a estar en entrenar los roles para la rutina, sino en preparar la cabeza para la incomodidad.

 

Nota publicada en Forbes US.

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