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Phil Shawe - TransPerfect
Millonarios

Cómo una ruptura amorosa terminó con una subasta de 770 millones y una empresa global en manos de un solo hombre

Phoebe Liu

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Después de una separación turbulenta y una batalla legal millonaria, Phil Shawe quedó como único dueño de TransPerfect, una empresa con 10.000 empleados y clientes globales. Su mudanza a Puerto Rico, su guerra contra los tribunales de Delaware y sus planes con inteligencia artificial revelan a un personaje tan obsesivo como ambicioso.

30 Junio de 2025 19.00

"Hay una vieja historia sobre los Rolling Stones exiliados fiscalmente en Francia", dice el multimillonario Phil Shawe, de 55 años, por videollamada desde una oficina de paredes blancas en Puerto Rico, con el sol tropical colándose por las persianas. "Yo estoy exiliado fiscalmente en Puerto Rico".

Shawe llama con cariño a Puerto Rico el "único paraíso fiscal legítimo" dentro de Estados Unidos. Se mudó a la isla en 2018, el mismo año en que tomó el control total de su empresa de traducción y servicios lingüísticos, TransPerfect, para evitar los efectos fiscales derivados del acuerdo. Hoy vive en una mansión enorme en el Viejo San Juan, que antes funcionaba como consulado francés.

El traslado también marcó el cierre simbólico de una larga disputa entre Shawe y su ex prometida, Liz Elting, cofundadora y socia comercial durante más de 25 años. Juntos habían creado TransPerfect en un dormitorio de la Universidad de Nueva York en 1992 y siguieron al frente del negocio con buenos resultados durante casi dos décadas, incluso después de que ella se casara con otra persona. Pero hacia 2011, la relación se deterioró. Se desató una guerra legal en dos estados, con acusaciones tan ásperas como agresión con tacos altos, robo y allanamiento.

En distintos momentos, Shawe y Elting intentaron comprarse mutuamente sus acciones, pero nunca llegaron a un acuerdo. Un juez de Delaware definió la relación como "disfuncional" justo antes de ordenar la venta de la empresa en una subasta pública en 2016.

Elting no quiso hacer comentarios. Shawe, en cambio, defendió el desempeño económico de la compañía ese año: "En ningún sentido fue disfuncional... Y el sistema que obligó a TransPerfect a gastar 250 millones de dólares en honorarios legales para ejecutar un proceso de venta forzado sin precedentes es el que es disfuncional".

Más de una docena de postores participaron en cuatro rondas para quedarse con TransPerfect. Tres llegaron a la instancia final: Shawe, Blackstone (en sociedad con Elting) y la firma de capital privado HIG, dueña de Lionbridge, competidor directo de TransPerfect. Shawe ganó con una oferta de US$ 385 millones por el 50% que no tenía, lo que ubicó el valor total de la empresa en US$ 770 millones.

Desde que tomó el control total, casi duplicó los ingresos de la compañía, que en 2024 alcanzaron los US$ 1.200 millones. Parte de ese crecimiento se explica por una estrategia de expansión a través de compras: solo el año pasado adquirió nueve empresas por US$ 40 millones.

También avanzó con buenos resultados en el uso de inteligencia artificial. TransPerfect combina esta tecnología con trabajo humano para traducir información confidencial y adaptar contenido —como sitios web— a distintos idiomas y culturas. Ese servicio se conoce como localización. Hoy, la empresa traduce más de 7 millones de palabras por día para cientos de clientes, entre los que figuran Microsoft, P&G, United y Pfizer.

Katherine Zinger, directora de programas en Microsoft, dijo que el programa GlobalLink de TransPerfect, que automatiza la traducción de contenidos como sitios web a distintos idiomas para empresas multinacionales, permitió reducir los costos de ese trabajo en cerca de un 30%.

En este rubro, los márgenes de ganancia suelen ser bajos, cerca del 7%, según la analista de Shore Capital, Katie Cousins. TransPerfect no quiso revelar cifras exactas de rentabilidad. Al ser una empresa privada, no tiene la obligación de hacerlo. Sin embargo, uno de sus asesores financieros le dijo a Forbes que sus márgenes están por encima del promedio del sector.

Shawe apunta más alto. El año pasado nombró como codirector ejecutivo a Jin Lee, un empleado con años en la compañía y señalado como posible sucesor, para ayudarlo a llevar la empresa a una nueva etapa.

Forbes estima que TransPerfect —propiedad en un 99% de Shawe y en un 1% de su madre— vale cerca de US$ 1.800 millones, más del doble de lo que se pagó en la subasta. Él sostiene que el valor real es aún mayor: "Sería multimillonario dos veces si vendiera la empresa, pero no tengo intención de hacerlo. Treinta y dos años después, sigo trabajando arduamente".

Los comienzos de la empresa fueron intensos. Shawe y Elting estudiaban negocios en la Universidad de Nueva York cuando arrancaron el servicio de traducción desde la habitación de Shawe, financiado con ahorros y deudas en tarjetas de crédito. Con jornadas de hasta 100 horas semanales, armaron una red de traductores freelance que les permitió entregar los trabajos más rápido y con mejor calidad que la competencia. La empresa creció a buen ritmo. Solo una vez aceptaron capital externo, pero después recompraron esa participación.

"Nos gustaba la libertad, poder centrarnos en la visión a largo plazo y la ausencia de otros responsables de la toma de decisiones", le dijo Elting a Forbes en una entrevista anterior.

Aunque la relación entre ellos se volvió tirante, la empresa siguió creciendo y en 2018 alcanzó ingresos por algo más de US$ 700 millones.

Ingresos anuales de TransPerfect, 1993-2024
Ingresos anuales de TransPerfect, 1993-2024

Aunque Shawe sintió alivio al quedarse finalmente con el control total de la empresa, no le gustó tener que comprarla en una subasta. La calificó como "una estupidez fiscal" y una "carga fiscal injusta". Ahí fue cuando salió disparado hacia Puerto Rico.

Ese territorio estadounidense ofrece ventajas impositivas a quienes se mudaron a la isla en los últimos años, donan US$ 10.000 anuales a una organización local sin fines de lucro y fijan su residencia allí. Todo eso aplica en el caso de Shawe. Gracias a ese esquema, puede evitar el pago de impuestos —incluso federales— sobre ganancias de capital, dividendos o intereses. Como señalaron cuatro congresistas en una carta de 2023, se trata de "beneficios fiscales que los estadounidenses no podrían obtener en ningún otro lugar del mundo".

En 2018, Shawe también reincorporó TransPerfect en Nevada, cansado del Tribunal de Equidad de Delaware. Según él, allí enfrentó cientos de millones de dólares en honorarios legales por el litigio que, a su juicio, "pusieron en riesgo a la empresa".

El traslado tuvo algo de activismo y mucho de revancha. Shawe demandó al abogado Robert Pincus, quien estuvo a cargo de la venta de TransPerfect, al menos tres veces, casi siempre por honorarios vinculados a ese proceso. También apeló fallos en más de una docena de ocasiones entre 2017 y 2024. La mayoría de las demandas no prosperaron, incluso algunas fueron rechazadas la semana pasada. Pincus no quiso hacer comentarios.

Este año, Shawe fue el mayor donante individual a la política en Delaware: aportó más de un millón de dólares a un comité de acción política y respaldó la candidatura del actual gobernador. Además, financia de manera exclusiva a Ciudadanos por la Equidad Judicial, una organización que busca restarle poder y ganar transparencia en el funcionamiento del tribunal de equidad.

Tradicionalmente, las empresas de traducción fueron negocios familiares chicos, con poca escala como para llamar la atención del mercado bursátil, según uno de los asesores financieros de TransPerfect. Sin embargo, algunas lograron captar una mayor parte del mercado. Entre ellas están RWS, la firma privada californiana LanguageLine y la propia TransPerfect, hoy líderes del sector.

TransPerfect tiene actualmente 10.000 empleados en 50 países, el doble que en 2018. Ese equipo se encarga de traducir desde documentos legales y patentes hasta materiales de marketing y cartelería. Kris Marrero, uno de los empleados más antiguos y vicepresidente sénior de producción, dice que muchos trabajadores son muy leales a Shawe y le reconocen haber creado una cultura interna distinta, que incluye reuniones anuales de estrategia llamadas "Vengadores". En esos encuentros, los ejecutivos se juntan en lugares tan diversos como templos budistas en Bután o cascadas en Islandia.

"Phil nos dice: 'Nunca le pidas a alguien que haga un trabajo que tú no harías'", cuenta Marrero. "Cuando yo era gerente, tenía muchos proyectos atrasados y Phil venía a mi oficina para ayudarme a resolverlos uno por uno", señala.

Joe Campbell, vicepresidente sénior de operaciones tecnológicas, recuerda que Shawe solía llamar a los lingüistas a las 2 de la madrugada para pedirles ayuda con proyectos de traducción urgentes. Campbell lleva 14 años en la empresa y compartió oficina con Shawe durante unos diez. Dice que a Shawe no le gusta tener una oficina propia porque prefiere ser mentor de su equipo y estar rodeado de gente.

No todas las opiniones son tan favorables. En Glassdoor hay cientos de reseñas que critican los sueldos bajos y las jornadas extensas. "Nuestra estructura de compensación se ajusta o incluso supera las normas de cada mercado", escribió Shawe por correo electrónico a Forbes. "El personal de TransPerfect en todo el mundo recibe una compensación adecuada y justa", agregó.

En 2019, exempleados presentaron una demanda colectiva contra la empresa. Alegaron que TransPerfect no pagaba horas extras, incluso a "cientos" de trabajadores que ganaban menos de US$ 1.125 semanales en sus oficinas de Nueva York. Esa cifra está por debajo del mínimo que se necesita para estar exento del cobro de horas extra.

Shawe, que no suele mantenerse lejos de los tribunales, demandó por difamación al abogado que representa al grupo, Jeremiah Frei-Pearson, en mayo de 2024. Frei-Pearson le dijo a Law360 que TransPerfect incurrió en robo salarial de forma deliberada. Y agregó: en lugar de resolver este caso simple de sueldos y horas, TransPerfect usó todos los recursos posibles para demorar el momento en que tenga que pagarles a los trabajadores que perjudicó.

En febrero, Shawe volvió a demandar, esta vez por infracción de marca registrada. Acusó al estudio de Frei-Pearson de usar una versión modificada del logo de TransPerfect en materiales para reclutar a más miembros para la demanda colectiva. Frei-Pearson no respondió a la consulta de Forbes. Ambos casos siguen abiertos.

Shawe sostiene que la demanda tiene que ver con los honorarios legales. Y asegura que no va a llegar a un acuerdo, aunque los daños sean mínimos, porque no cree que TransPerfect "haya hecho nada malo". Dice que arreglar el caso solo alentaría "más litigios frívolos", remarca.

También enfrenta otra demanda colectiva, originada en una presentación de 2022 por parte de una excontratista en California. La denunciante acusa a TransPerfect de haberla clasificado de forma incorrecta —junto a más de 100 personas que integrarían el grupo— como contratistas independientes, sin pagarles a tiempo, sin abonarles horas extras ni respetar los descansos.

"La buena noticia es que tengo muchos abogados", dice Shawe, y agrega que esos mismos abogados podrían ayudar a Forbes a conseguir las transcripciones judiciales de manera más rápida y barata.

Pocas industrias sintieron tanto el impacto de la inteligencia artificial como la de los servicios lingüísticos, especialmente con el avance de la traducción automática. Las empresas del sector empezaron a incorporar esta tecnología hace unos diez años. Sin embargo, hay una diferencia clave entre una empresa como TransPerfect y una herramienta como Google Translate, según explica Shawe. Con esta última, "básicamente, se ceden los derechos sobre el contenido de ese documento y Google puede publicarlo o usarlo para indexarlo", añade.

En cambio, TransPerfect trabaja con clientes que necesitan confidencialidad y precisión, como los Departamentos de Justicia, Energía y Seguridad Nacional de Estados Unidos, además de la farmacéutica Gilead Sciences. Según el tipo de cliente, los empleados siguen revisando casi todo el trabajo que produce la empresa.

Shawe aprovechó el crecimiento de la inteligencia artificial para expandirse a nuevas áreas mediante la compra de pequeñas empresas. Entre las adquisiciones más recientes están TheSpeech, una plataforma de interpretación simultánea, y The Apostroph Group, una firma de servicios lingüísticos con sedes en Suiza y Alemania.

Dice que reinvierte la mayor parte de las ganancias en la propia empresa, en lugar de repartir dividendos. Según él, todavía tiene unos US$ 200 millones disponibles para seguir comprando compañías. TransPerfect también colabora con Microsoft en pruebas de nuevos productos basados en IA, según contó Zinger, y explora dentro de la empresa nuevas líneas de negocio.

"La traducción enfrenta obstáculos, principalmente porque cada vez hay más proyectos aptos para soluciones automatizadas", escribió Shawe.

Según Shawe, las líneas de negocio que más crecieron en la empresa incluyen el servicio de interpretación telefónica TransPerfect Connect, la unidad de recopilación y etiquetado de datos DataForce y la filial de descubrimiento electrónico TransPerfect Legal Solutions. Estas dos últimas —que facturaron US$ 49 millones y US$ 125 millones en 2024, respectivamente— muestran el peso que Shawe le da a la innovación interna.

DataForce, por ejemplo, contrata trabajadores en todo el mundo para ayudar a empresas de vehículos autónomos y farmacéuticas a recopilar y clasificar los datos que necesitan para entrenar modelos propios de inteligencia artificial. Muchas de sus mejoras surgieron del hackathon anual de la compañía. El negocio de soluciones legales, en cambio, nació cuando Shawe se enteró de que algunos clientes estaban disconformes con sus proveedores de descubrimiento electrónico —el proceso de recolección y entrega de datos digitales en litigios— y decidió crear uno propio.

En palabras de Shawe: "Acaba contigo mismo. Si podés ofrecerles una mejor solución con una solución tecnológica, incluso si eso implica una disminución en tus ingresos por servicios, la ofrecés. Porque si no, alguien más lo va a hacer".

 

Nota publicada por Forbes US

 

 

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