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Liderazgo

"¿Contraté a la persona correcta?": cuatro señales de que realmente lo hiciste

Karen Walker Contributor

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Detectar a tiempo si tu flamante incorporación es un verdadero aporte o un error costoso puede ahorrarte disgustos, recursos y horas de reconstrucción. Claves para identificar desde el arranque a quienes marcan la diferencia y evitar quedar atrapado por el espejismo de la primera buena impresión.

15 Agosto de 2025 09.00

Ya seleccionaste, revisaste el currículum, hiciste la entrevista y contrataste. Ahora, después de 30 días, te preguntás: ¿Tomé a alguien de alto rendimiento o a un impostor refinado?

No sos el único. Según una encuesta de CareerBuilder, el 75% de los empleadores afirmó que hizo una mala contratación, con pérdidas frecuentes de más de US$ 17.000 por cada error. Como líder sénior, tu margen de error es aún menor. Una decisión equivocada puede volver a un equipo unido y eficiente en uno lento e ineficaz en menos tiempo del que tardás en programar su evaluación de prueba.

De todos modos, existen varias señales de que acertaste, y no hace falta esperar 90 días para notarlo. Acá te contamos cómo las nuevas incorporaciones valiosas se muestran temprano y cómo podés asegurarte de que tu confianza no sea solo una ilusión.

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Aportan valor, no se limitan a mantenerse ocupados

Durante el primer mes, las buenas contrataciones hacen cosas concretas. Empiezan a definir prioridades. Ofrecen soluciones a los problemas. Detectan ineficiencias. Quizás aplican una solución rápida o replantean un proceso que no funciona. No buscan lucirse. Se trata de actuar.

Un artículo de Harvard Business Review señaló que las personas de alto rendimiento suelen hacer preguntas más específicas y estratégicas durante la incorporación y luego ejecutan con velocidad y precisión. Si tu contratación ya consiguió pequeños logros o influyó en el trabajo del equipo, no es cuestión de suerte. Es coherencia.

Se adaptan a la cultura sin imitarla

Las buenas contrataciones no solo se integran, sino que encuentran su lugar en el ambiente. Se adaptan rápido a las normas culturales saludables sin volverse complacientes. Pueden proponer nuevas formas de pensar sin tratar de demostrar que son más brillantes que los demás. 

Según Leadership IQ, el 89% de los fracasos en las contrataciones ocurre por la actitud, no por la falta de habilidades, y el 46% de los nuevos empleados no superan los primeros meses. Mirá si tu nuevo empleado muestra autenticidad, humildad, curiosidad y capacidad para vincularse con los demás.

De todos modos, recordá que el carisma en las entrevistas muchas veces oculta la sensación de tener derecho en el trabajo. El efecto halo —esa tendencia a dejar que una cualidad fuerte, como la confianza, nos ciegue ante otras, como la arrogancia— sigue presente.

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Aceptan la retroalimentación sin pestañear

Recibir retroalimentación no siempre resulta sencillo, pero quienes muestran buen desempeño no solo la aceptan, sino que la buscan. Un nuevo empleado que dice "Gracias, me ayuda", en lugar de "Sí, pero..." es un unicornio.

Cuidarlos

Antes de quedar fascinado con el rendimiento de tu flamante empleado, pensá: confiá, pero comprobá. Analizá las referencias. ¿Surgieron señales negativas o frustraciones? Una recomendación demasiado entusiasta que parezca indicar que le estás quitando a su talento estrella puede ser motivo de desconfianza.

Una referencia sincera refleja su futuro desempeño. Si sus antiguos jefes lo elogiaban con convicción, elegiste bien.

El resultado final

Si tu nuevo empleado contribuye desde el principio, fortalece la cultura, muestra disposición para aprender y cuenta con recomendaciones genuinas, es muy probable que haya sido el candidato adecuado. Pero no te quedes ahí.

La verdadera prueba es qué hacés con ese talento. Los empleados de alto rendimiento no se quedarán en puestos con poco crecimiento. Generá confianza, acompañalos, revisá el desempeño de manera continua. Reconocé los resultados. Proponeles desafíos. Mantenelos comprometidos. O alguien más lo hará.

¿Y si ninguna de estas señales aparece? No redoblés la apuesta. Empezá a planificar la sucesión antes de que termine el periodo de prueba.

 

Nota publicada en Forbes US.

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