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Liderazgo

Las cifras que explican el auge de los "boomerangs laborales" y qué significa para el futuro del trabajo

Caroline Castrillon

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Cada vez más trabajadores están regresando a compañías que dejaron tiempo atrás. Esta tendencia, que ya representa más de un tercio de las contrataciones, plantea nuevos interrogantes sobre la movilidad profesional, el valor de la experiencia adquirida afuera y las condiciones que deberían darse para volver sin arrepentirse.

19 Junio de 2025 09.38

Suena el teléfono y del otro lado está tu exjefe con una propuesta: volver a tu antigua empresa. La primera reacción puede ser de desconcierto, desconfianza o incluso algo de satisfacción. Después de todo, te buscaron. Pero enseguida aparecen las dudas. ¿Volver a tu antiguo trabajo significa retroceder en tu carrera?

Según ADP Research, en marzo de 2025 los empleados boomerang representaron el 35% de las nuevas contrataciones, un aumento frente al 31% del año anterior y la cifra más alta hasta ahora. La tendencia se repite en distintos sectores, aunque el rubro de la información se lleva el primer puesto: un 68% de las nuevas incorporaciones fueron exempleados. En ese marco, empresas como Cognizant reincorporaron a 13.000 exempleados de 40 países. La directora de personal, Kathy Díaz, dijo que "hubo un aumento del 40% en el número de empleados que regresan en los últimos dos años".

Los números son contundentes. Volver a una empresa donde ya trabajaste no equivale a retroceder, sino a avanzar. Si estás frente a una propuesta boomerang, hay al menos cinco razones de peso para considerar que aceptarla podría ser una de las decisiones más inteligentes de tu carrera.

Razón n.° 1: Arrancás más rápido y podés tener impacto inmediato

Si volvés a una empresa donde ya trabajaste, conocés su cultura, cómo se toman las decisiones y quiénes son los actores clave. Ese conocimiento interno se traduce en una mejora directa de la productividad. Nela Richardson, economista jefe y responsable de ESG de ADP, define a los empleados boomerang como aquellos que reúnen "lo mejor de los nuevos empleados y lo mejor de la plantilla existente en una sola persona. Consiguen las ideas frescas, la perspectiva renovada, las nuevas experiencias y a alguien que quizás haya tenido éxito en su puesto anterior".

Mientras alguien nuevo tarda meses en entender cómo funciona todo, vos podés involucrarte desde el primer día, sumarte a proyectos importantes y crecer rápido en tu carrera.

Un consejo útil
Llevá ejemplos concretos de cómo tu experiencia previa puede sumar desde el arranque. Armá escenarios reales donde puedas mostrar cómo enfrentarías los desafíos actuales o cómo aportarías a los proyectos que ya están en marcha, sin tener que pasar por el proceso de adaptación.

Próximos pasos

Armá un plan de impacto a 30, 60 y 90 días para mostrar durante las negociaciones salariales. Señalá qué logros concretos podrías alcanzar en ese período gracias al conocimiento que ya tenés de la empresa. Eso no solo refuerza tu valor, también demuestra que estás listo para generar resultados desde el primer momento.

Razón n.° 2: Tenés más poder para negociar

Una propuesta de tu exjefe te pone en una posición muy ventajosa. Ya conocen tu forma de trabajar y lo que podés aportar. Pero además, ahora llegás con experiencia nueva, lo que te hace más valioso que cuando te fuiste. Eso te permite pedir una mejor paga, sumando lo que aprendiste en otros lugares con lo que ya sabés de la empresa.

Un consejo útil
Averiguá cuánto se paga hoy por tu puesto. Prepará una propuesta de compensación que incluya tanto beneficios económicos —como salario, bonos o acciones— como no económicos: trabajo remoto, horarios flexibles, más días de vacaciones o un presupuesto para formación profesional.

Próximos pasos
Hablá con excompañeros para conocer cómo están los sueldos hoy y si hubo cambios en los beneficios o en las condiciones laborales. Eso te va a dar un panorama más claro para negociar bien.

Razón n.° 3: Traés habilidades nuevas y otra mirada

Lo que aprendiste en otras empresas te diferencia de quienes ya están adentro. Tener una mirada externa te permite ver soluciones y oportunidades que a veces el resto no detecta. Podés sumar ideas de otros sectores y eso te vuelve clave para empujar cambios e innovar.

Un consejo útil
Antes de decir que sí, prepará ejemplos concretos de herramientas, tecnologías o formas de trabajar que aprendiste afuera y que podrían servirle a tu antigua empresa. Enfocate en propuestas que resuelvan problemas conocidos o que abran la puerta a nuevas oportunidades.

Próximos pasos
Pensá en varias mejoras puntuales que podrías poner en marcha durante los primeros seis meses. Respaldalas con casos reales de tu experiencia en otros lugares para mostrar que sabés cómo hacerlo.

Razón n.° 5: Te buscan por algo, y eso vale

Si te llama un exjefe para ofrecerte un trabajo, y no se trata de una campaña de contratación masiva, es porque te tienen bien presente. Ese tipo de contacto directo es señal de que valoran tu perfil y están dispuestos a hacer una propuesta sólida.

Un consejo útil
Fijate si el mensaje que recibiste es personalizado o si parece una invitación genérica. Un interés real debería incluir detalles concretos sobre por qué quieren que vuelvas y qué lugar imaginan para vos.

Próximos pasos
Preguntales por qué te llaman justo ahora, qué cambió desde tu salida y qué valor único creen que podés aportar en esta nueva etapa. Eso te va a ayudar a entender si realmente quieren contar con vos o si sos uno más en una lista.

Cuándo conviene decir que no a una oferta de trabajo

Aceptar una oferta de un antiguo empleador puede resultar beneficioso, pero conviene avanzar con cautela. Sé honesto con vos mismo sobre qué te lleva a considerar la vuelta. Hacete preguntas difíciles y prestá atención a posibles señales de alerta.

Preguntas clave antes de volver

  • ¿Sentís verdadero entusiasmo por esta oportunidad o solo buscás evitar la incertidumbre de buscar algo nuevo?
  • ¿Qué problemas te llevaron a irte? ¿Cambió algo desde entonces?
  • ¿Pensás en volver solo porque la búsqueda laboral se te hace cuesta arriba?
  • ¿Hablaste con excompañeros? ¿Te contaron si hubo mejoras reales desde que te fuiste?
  • ¿Qué sentís al imaginarte otra vez en ese ambiente?

Señales para estar atentos

  • Exjefes que esquivan hablar sobre tu salida.
  • Empresas que minimizan los problemas que tuviste.
  • Apuro excesivo por cubrir el puesto.
  • Poca evidencia de cambios reales en la estructura.
  • Promesas sin ejemplos concretos.
  • Las mismas emociones negativas que te empujaron a irte.

Confiá en tu intuición. Si las charlas con gente de confianza muestran que nada cambió, o si volvés a sentir lo mismo que cuando decidiste irte, quizá lo mejor sea no aceptar.

 

 

Nota publicada en Forbes US.

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