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Liderazgo

Las cuatro preguntas que pueden cambiar para siempre cómo liderás a tu equipo

Sho Dewan Colaborador

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Con una simple charla podés fortalecer vínculos, potenciar el talento de tu grupo y mejorar la dinámica diaria. Cuatro preguntas concretas que pueden ayudarte a entender mejor a los que te rodean y liderar con más humanidad.

19 Junio de 2025 20.00

No hay equipo sin líder, pero tampoco hay líder sin equipo. El liderazgo se apoya en la colaboración, la confianza y la comunicación. Sin embargo, según una encuesta de Interact, al 69% de los gerentes les resulta incómodo hablar con sus empleados. Eso puede generar malentendidos y trabar el avance del grupo.

Si hacés las preguntas correctas, vas a crear un espacio donde tu equipo pueda expresarse con sinceridad, sentirse cómodo y participar de forma activa. Al mismo tiempo, vas a crecer vos y el equipo. Acá van cuatro preguntas que pueden ayudarte a construir una relación más fuerte con los que trabajan con vos y alcanzar sus objetivos juntos.

¿Qué querés para tu carrera?

Un buen líder no se ocupa solo de que el equipo cumpla con sus metas. También se interesa por saber qué busca cada uno. Por ejemplo, alguien puede querer un ascenso, mientras que otro prefiere priorizar un equilibrio entre el trabajo y su vida personal. Algunos quieren afianzarse en su especialidad, y otros disfrutan de explorar distintas áreas o trabajar con otros sectores.

Si le preguntás a tu equipo qué quieren para su carrera, vas a poder asignarles proyectos y tareas que los acerquen a lo que buscan. Eso les permite aprovechar al máximo sus fortalezas y enfocarse en lo que quieren mejorar. Cuando encuentran sentido en lo que hacen y lo disfrutan, se sienten más motivados a sumar, no solo para sus propios objetivos, sino también para los del grupo.

¿Cuál es tu forma de trabajo preferida?

Uno de los desafíos de liderar es coordinar a personas con distintas personalidades, trayectorias y costumbres. La clave está en entender cómo prefiere trabajar cada integrante. Algunos rinden más cuando lo hacen solos, mientras que otros se sienten mejor colaborando. Algunos necesitan planes claros y un ritmo constante, y otros responden mejor cuando hay presión.

Alguien del equipo puede rendir más con música de fondo, mientras que otro necesita silencio para concentrarse. Aunque con el tiempo podés notar esas diferencias, no siempre son evidentes. Por eso, evitá suposiciones y preguntales directamente. Así vas a poder darles el apoyo que necesitan.

Eso no quiere decir que tengas que adaptarte a todo lo que prefieran. La idea es conocerlos mejor y encontrar un equilibrio que también te permita ser un mejor líder.

¿En qué querés mejorar?

Liderar no es solo repartir tareas. También es ayudar a que los demás lleguen a su mejor versión. Una forma de hacerlo es preguntarles en qué aspectos quieren enfocarse. Por ejemplo, alguien que suele encargarse de manejar las herramientas del equipo quizás tenga interés en mejorar su capacidad para negociar o tomar decisiones.

El jefe de proyecto puede necesitar una mano para mejorar su forma de escribir. Un diseñador gráfico quizás quiera aprender más sobre cómo optimizar contenido para buscadores. Ya sea que busquen crecer en lo técnico o en lo interpersonal, podés darles más oportunidades para que se desarrollen en esos temas. Eso te permite ajustar los recursos, organizar sesiones de coaching, sumar capacitaciones y otras actividades del equipo de acuerdo con lo que les interesa y lo que más les sirve.

Si pudieras hacer cualquier cosa en el mundo, ¿qué harías?

Cuando hacés esta pregunta, dejás de ser un jefe que solo mira resultados y números. Mostrás que te importa de verdad el crecimiento y el bienestar de quienes trabajan con vos. Está claro que el trabajo los une, pero ir un poco más allá puede ayudarte a generar un vínculo más auténtico.

Darles espacio para contar qué los entusiasma o qué sueño tienen pendiente puede abrir conversaciones más profundas y ayudarte a orientarlos hacia lo que realmente quieren. Por ejemplo, tu redactor podría querer recorrer el mundo, publicar un libro o estudiar derecho. Tu asistente de marketing digital tal vez sueñe con meterse en el mundo de la moda, ser influencer o abrir una cafetería.

Eso te permite pensar con más claridad y criterio a la hora de asignar tareas o acercarles oportunidades. Y si sentís que alguno se va a realizar más en otro camino, alentalo a que lo siga. Eso también habla de un liderazgo honesto y maduro.

Aunque se espera que seas firme, claro y con criterio, también tenés que saber hacer preguntas que valgan la pena y dedicar tiempo a escuchar de verdad a los que trabajan con vos. Conocerlos bien te permite armar vínculos más sanos y acompañarlos no solo en lo que el equipo necesita, sino también en su desarrollo personal y profesional. Así que no te guardes las preguntas: hacelas para conectar y liderar mejor.

 

Nota publicada en Forbes US.

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