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Como antes del 2008: la Reserva Federal propone reducir requisitos de capital para los grandes bancos de EE.UU.

Juan Romero

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Frente a la fuerte presión del lobby de la industria bancaria, las autoridades de la Reserva Federal impulsan un cambio clave en la regulación bancaria para facilitar la operativa en el mercado de deuda pública, generando debate sobre riesgos y beneficios.

28 Junio de 2025 16.00

Mientras son fuertemente cuestionados desde la Casa Blanca y bajo un insistente trabajo de lobbying de parte de los bancos, la Reserva Federal de Estados Unidos ha presentado un plan para reducir uno de los principales requisitos de capital impuestos a los grandes bancos desde la crisis financiera de 2008. 

La propuesta busca disminuir la "relación suplementaria de apalancamiento mejorada" (enhanced supplementary leverage ratio, SLR), una norma que obliga a los bancos más grandes a mantener un capital de alta calidad proporcional a sus activos totales, incluyendo préstamos y exposiciones fuera de balance como derivados.

Este requisito, establecido en 2014, ha sido criticado por la industria bancaria por penalizar la tenencia de activos de bajo riesgo, como los bonos del Tesoro de EE.UU., y limitar la capacidad de los bancos para facilitar la negociación en el mercado de deuda gubernamental, que actualmente asciende a U$S 29 billones. Michelle Bowman, vicepresidenta de supervisión de la Fed, afirmó que "este cambio permitirá a estas instituciones promover el funcionamiento del mercado de bonos del Tesoro y participar en otras actividades de bajo riesgo durante períodos de estrés financiero" y aclaró que "no implicará una reducción material de los requisitos de capital de nivel uno de los bancos más grandes".

Según la Fed, la reducción propuesta bajaría los requisitos de capital para ocho grandes bancos en aproximadamente U$S 13.000 millones, lo que representa un 1,4% menos en sus requerimientos totales. Actualmente, bancos como JPMorgan Chase y Goldman Sachs deben mantener un capital de nivel uno equivalente al 5% de sus activos totales; la propuesta busca reducir este rango a entre 3,5% y 4,5%, alineándolo con los estándares de los bancos más grandes de Europa, China, Canadá y Japón.

La iniciativa ha sido votada favorablemente por la mayoría de los miembros de la Fed, aunque dos gobernadores, Adriana Kugler y Michael Barr, expresaron su oposición por considerar que la reducción es demasiado significativa y dudan que mejore sustancialmente la intermediación en el mercado de bonos del Tesoro.

La propuesta responde a una demanda histórica del sector bancario, que sostiene que la SLR limita su capacidad de operar en activos seguros y dificulta la intermediación en momentos de tensión financiera. Durante la crisis del COVID-19 en 2020, por ejemplo, bancos como JPMorgan tuvieron que rechazar depósitos debido a estas restricciones. Bowman destacó que, aunque la reducción en los requisitos de capital será considerable a nivel de subsidiarias bancarias —con una caída promedio del 27%, equivalente a U$S 213.000 millones—, las empresas matrices seguirán sujetas a otras regulaciones que limitan la distribución de capital a accionistas.

Sin embargo, la medida ha generado críticas desde sectores políticos y regulatorios. Elizabeth Warren, líder demócrata en el comité bancario del Senado, advirtió que "si las agencias bancarias eliminan este requisito, los grandes bancos aumentarán su endeudamiento, incrementarán los pagos a accionistas y ejecutivos, y pondrán en riesgo a toda la economía con otra crisis financiera".

El presidente de la Fed, Jerome Powell, defendió la revisión de la norma como "prudente", dado el aumento en los activos seguros en los balances bancarios durante la última década. Bajo el nuevo esquema, el capital requerido estaría vinculado al "recargo GSIB" (Global Systemically Important Banks), un requisito adicional basado en la importancia sistémica de cada banco.

Jerome Powell
Jerome Powell, bajo presión ¿como nunca antes?

La Fed también anunció que organizará una conferencia para discutir reformas más amplias en la regulación bancaria estadounidense, con la intención de corregir lo que Bowman calificó como "requisitos de capital distorsionados".

En resumen, la propuesta de la Reserva Federal representa un paso significativo hacia la flexibilización regulatoria para los grandes bancos estadounidenses, con el objetivo de mejorar la liquidez y la intermediación en el mercado de deuda pública, aunque no está exenta de controversias sobre la seguridad financiera a largo plazo.

Si aprueban la propuesta ¿Cómo usarán los U$S 13.000 millones liberados por la Fed?

Esta cifra representa una reducción del 1,4% en los requisitos de capital de nivel uno para los ocho bancos más grandes afectados por la medida. Sin embargo, la manera en que los bancos planean redistribuir este capital liberado entre sus actividades y los accionistas es un punto clave de análisis y debate.

Potencial de reasignación de capital

Michelle Bowman, vicepresidenta de supervisión de la Fed, ha enfatizado que, si bien la medida generará una "considerable reducción de capital a nivel bancario", no se espera que las empresas holding matrices puedan aumentar los pagos a los accionistas, ya que seguirán estando limitadas por otros requisitos de capital. En cambio, Bowman sugiere que la principal consecuencia será la capacidad de las empresas para "re asignar capital dentro de sus organizaciones de manera más eficiente".

Esto implica que los bancos podrían dirigir estos fondos hacia diversas áreas estratégicas:

Promoción del mercado del Tesoro: Una de las principales justificaciones de la Fed para esta reforma es incentivar a los bancos a participar más activamente en el mercado de deuda pública de U$S 29 billones. Al reducir la carga de capital asociada a la tenencia de bonos del Tesoro, se espera que los bancos faciliten una mayor intermediación y liquidez en este mercado, especialmente en períodos de estrés financiero.

Actividades de bajo riesgo: La modificación de la SLR busca fomentar que los bancos realicen "otras actividades de bajo riesgo", que anteriormente se veían penalizadas por la exigencia de capital. Esto podría incluir una mayor participación en operaciones que generen ingresos estables con perfiles de riesgo controlados.

Expansión de la capacidad de préstamo: Si bien los analistas de Morgan Stanley estimaron que solo State Street estaba genuinamente "restringido" por la SLR, la flexibilización podría permitir a otros bancos ampliar su capacidad de préstamo en productos distintos a los bonos del Tesoro. John Velis, macroestratega de Américas en BNY, señaló que esto "podría liberarlos para prestar en otros productos".

Impacto limitado en los accionistas, pero no descartable

A pesar de las declaraciones de Bowman, el efecto real en la distribución de dividendos y la recompra de acciones podría no ser nulo. Históricamente, la industria bancaria ha presionado para alivios regulatorios que le permitan optimizar su estructura de capital y, en última instancia, aumentar el retorno para los accionistas. Aunque la Fed insiste en que las restricciones a nivel de holding se mantendrán, una mayor eficiencia en el uso del capital podría, de forma indirecta, liberar recursos que eventualmente beneficien a los inversores.

La propuesta implica una reducción promedio del 27% en los requisitos de capital para las subsidiarias de las instituciones depositarias, lo que equivale a U$S 213.000 millones. Esta inyección de liquidez interna, sumada a la reducción global de U$S 13.000 millones para las sociedades holding de los bancos globales, podría generar un margen de maniobra considerable.

Preocupaciones y cautela en el mercado

La reacción inicial en Wall Street a la propuesta ha sido "silenciosa" (se dio a conocer en la tarde del miércoles 25), ya que no fue tan agresiva como otras ideas consideradas, como la exención total de la deuda del Tesoro de los requisitos de capital. Analistas como John Velis de BNY han expresado su cautela, señalando que "mantener bonos del Tesoro probablemente no es lo que van a hacer porque hay mucho riesgo de tasa de interés y riesgo de mercado en eso, especialmente en tiempos de volatilidad como este". Esto sugiere que, si bien la medida podría facilitar la intermediación durante períodos de estrés, los bancos podrían no aumentar significativamente su tenencia de bonos del Tesoro en condiciones normales de mercado debido a otros riesgos asociados.

En resumen, los U$S 13.000 millones liberados representan un cambio sustancial en la estructura de capital de los grandes bancos de EE.UU. Aunque la Fed busca enfocar esta liberación en la eficiencia operativa y el fomento del mercado del Tesoro, la capacidad de los bancos para reasignar capital internamente podría, a mediano o largo plazo, influir en sus decisiones sobre retornos a los accionistas. La efectividad de esta medida para lograr sus objetivos declarados y sus implicaciones a largo plazo para la estabilidad financiera siguen siendo temas de observación y debate en el ámbito económico.

Fuente: Bloomberg, Financial Times, Reuters, US Senate Banking Committee

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