El oro alcanzó esta semana un máximo histórico: llegó a US$ 3.819 la onza y, por primera vez en medio siglo, superó su pico de 1980 ajustado por inflación. El metal amarillo subió un 45% en lo que va del año y se convirtió, por amplio margen, en el activo con mejor rendimiento de 2025, por encima de las estrellas de Wall Street, incluidos los Siete Magníficos y el bitcoin.
Aunque la fiebre del oro ya se volvió una tendencia generalizada, los grandes protagonistas de este ciclo siguen siendo los bancos centrales. "El oro está impulsado por los bancos centrales de todo el mundo, particularmente los de los mercados emergentes —Rusia, China e India—, que compran oro para proteger sus monedas frente al dólar", explicó el estratega jefe de inversiones de Oppenheimer, John Stoltzfus, en una entrevista.
En comparación con la década anterior, las compras anuales de oro por parte de los bancos centrales se duplicaron. Sin embargo, aunque muchos expertos atribuyen esta dinámica exclusivamente al presidente estadounidense Donald Trump, la tendencia se venía gestando desde hace varios años.
De hecho, la primera ola de compras a gran escala comenzó en 2022, después de que los países de Occidente congelaran las reservas de Rusia. Esa decisión convenció a varios gobiernos autocráticos de empezar a comprar oro como forma de diversificar sus inversiones y tomar distancia del dólar. Las compras netas volvieron a crecer tras las elecciones en Estados Unidos, aunque todavía se mantienen por debajo de los niveles de 2022.
En todos los países, esta tendencia de acumulación por parte de los bancos centrales se está consolidando. Por primera vez desde 1996, los bancos centrales poseen hoy más oro que bonos del Tesoro, y el metal superó al euro como el segundo activo de reserva más importante del mundo.
Los bancos centrales de los mercados emergentes incluso empezaron a comprar oro directamente de las minas locales, en lugar de hacerlo a través de los mercados extrabursátiles internacionales. De esa forma, evitan la necesidad de acumular dólares.
"Podés aumentar tus reservas usando la moneda local y, por lo tanto, no sacrificar otro activo de reserva [el dólar estadounidense] para construir tus reservas de oro", explicó Shaokai Fan, del Consejo Mundial del Oro, en diálogo con CNBC.
Sin embargo, los mercados emergentes no lideran las compras de oro este año, al menos según los datos oficiales. Aunque muchos apuntan al presidente chino, Xi Jinping, y a su par ruso, Vladimir Putin, como los grandes acumuladores, el verdadero campeón en la compra de oro en 2025 es Polonia.
El banco central de Polonia sumó 67 toneladas de oro en lo que va de 2025, y casi duplicó sus reservas en solo tres años. Hoy, Polonia tiene más oro que el propio Banco Central Europeo, como respaldo para su independencia monetaria.
"¿Por qué el banco central posee oro? Porque conserva su valor incluso si alguien interrumpe el suministro al sistema financiero global. Por supuesto, no damos por sentado que esto sucederá. Pero, como dice el dicho, la fortuna favorece a los preparados", declaró el director del Banco Nacional de Polonia, Adam Glapiński, en un comunicado de prensa.
Según analistas del mercado de materias primas, el próximo gran impulso podría venir del FOMO (miedo a quedarse afuera) entre los inversores privados. Se trataría de una dinámica clásica de retroalimentación: suben los precios, aparecen los titulares, crece la demanda y los precios suben otra vez.
La semana pasada, las entradas en ETF respaldados por oro en América del Norte alcanzaron su nivel más alto desde el 26 de marzo. Aun así, los analistas creen que el potencial alcista es considerable, sobre todo si se combinan los ETF de oro con los de bitcoin.
Por ejemplo, los ETF de bitcoin en Estados Unidos representan cerca del 7% de la capitalización total del bitcoin, mientras que los ETF de oro todavía están por debajo del 1%, según Mike Akins, socio fundador de ETF Action.
Por otro lado, una encuesta de Bank of America muestra que los gestores de fondos ya colocan al oro como la segunda operación más congestionada del mercado, justo detrás de los Siete Magníficos. La gran incógnita es si esto marca el inicio del ciclo o su etapa final.
*Con información de Forbes US.